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El técnico portugués José Mourinho no cesa en su empeño de crear tensión en el seno del Real Madrid, club que parece probable que abandone al final de esta temporada. En el día previo al Real Madrid-Málaga el entrenador volvió a arremeter con fuerza contra Iker Casillas y ‘Pepe’, importantes miembros de su plantilla, justo después de que su presidente pidiese unión entre plantilla y cuerpo técnico para afrontar el último tramo de la temporada.
Estos problemas, sin duda, podrían afectar negativamente al equipo antes de un partido que podría otorgarle el título liguero a su máximo rival. El Barça sólo necesita que los blancos no logren la victoria para ser campeones. Manuel Pellegrini, el predecesor del técnico portugués en el puesto, podría ser el verdugo de los blancos en esta liga.
En los tres años que Mourinho ha llevado el timón del Real Madrid la confrontación ha sido su política de actuación. Siempre ha buscado un enemigo sobre el que centrar sus críticas, que de paso le absolviesen de los males de su equipo. Siempre utilizando a los medios de comunicación para crear el conflicto y, con ello, desviar la atención del área puramente deportiva.
Se acerca el final de una campaña en la que sólo ha logrado un título. Un curso que todo indica será el último del portugués al frente de la nave madridista. Precisamente por ello ha elevado la tensión al límite con el objetivo de que se haga inevitable su salida del club.
Pese a que a Berndt Schuster le bastó con afirmar que su equipo no podría derrotar al Barça de Guardiola para ser destituido en 2008, Mourinho parece que necesitará mucho más para correr la misma suerte. Su presidente, Florentino Pérez, le ha permitido levantar todas las asperezas posibles, esperanzado en que la ‘Décima’ llegaría más tarde o más temprano.
Con la derrota ante el Borussia Dortmund, tanto el presidente como el entrenador parecen ser conscientes de que una etapa ha llegado a su fin, pero en juego todavía hay mucho dinero. La cantidad asciende a 20 millones de euros. Esa es la penalización que tendría que abonar el que rompa el contrato que une al portugués con el club blanco.
Mientras Florentino Pérez ha decidido no opinar, al menos públicamente, sobre los constantes ataques de su empleado, el portugués ha vuelto a la carga para provocar al que considera su “amigo”. Si Florentino pide calma, Mourinho le contesta echando más leña a un fuego que difícilmente podrá extinguirse. Por eso en los doce días que todavía quedan para que se dispute la final de la Copa del Rey es previsible que el técnico vuelva a la carga.
Con su constante beligerancia el técnico se ha enfrentado a entrenadores y jugadores rivales, árbitros, entrenadores y directivos de su club y hasta a sus propios jugadores. Si al principio fueron Pedro León o Benzema, con el tiempo sus ataques llegaron a pesos pesados como Ramos o Casillas. Pero ha sido el último, contra ‘Pepe’, el que ha quebrado la relación con una parte de la plantilla que siempre le había apoyado y que hoy parece contar los días para que el portugués se marche del club.Social Media for Business here
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