Ampliar Gina González, tras Di Stéfano, en una imagen reciente. Gina González (Costa Rica) tiene 36 años y es la futura esposa de Alfredo Di Stéfano (86). Ella misma se presenta como abogada, notaria, periodista deportiva y entrenadora de fútbol. Es secretaria personal y representante de La Saeta desde 2007. Es su persona de confianza, con la que trabaja en su despacho de la Asociación de Veteranos en el Bernabéu, la que le ayuda a contestar cartas o a escribir sus artículos de opinión, le cierra entrevistas y le lleva la comunicación, le acompaña, es su confidente, su mano derecha.
Su pasión por el fútbol le viene por su padre Jorge González, que fue abogado del Deportivo Saprissa, uno de los clubes más importantes de Costa Rica. Sus inicios en el periodismo fueron como redactora y presentadora de deportes en Repretel, una cadena de televisión de Costa Rica. Luego llegó a Madrid en 2000 con una beca de TVE. También trabajó como free lance. Se quedó en la capital por el Madrid de los Galácticos y al poco tiempo comenzó a trabajar en la Fundación del Real Madrid.
En 2007 ayudó en la publicación de libros sobre la historia del Real Madrid y algunos de sus jugadores míticos. Fue entonces cuando tuvo que ponerse a trabajar y documentarse para una biografía de Di Stéfano que publicaría el club. Con este motivo se conocieron. Ella siempre le había admirado, desde niña había oído hablar de las grandes hazañas de La Saeta. Ahora lo tenía delante. Concertaban entrevistas periódicas para hablar de la vida personal y deportiva del mítico jugador. “Al principio no le entendía nada y hasta se enfadaba conmigo”, cuenta Gina en una entrevista concedida a Clarín. Luego su complicidad fue a más.
En esos años, Gina también obtuvo el título de entrenadora en la Federación Española de Fútbol. Fue la única mujer de su promoción. “A Valdano y a Butragueño, que son mis amigos, les gustó la idea. Di Stéfano también está contento”, decía. Fue noticia en Costa Rica. Al Diario Extra le concedió una de las entrevistas donde decía: “Mi objetivo es ser entrenadora del Madrid. Una en la vida no debe ponerse límites para soñar. Se lo digo a Valdano, a Butragueño y a Di Stéfano y no lo ven como una locura. Una mujer en el Madrid sería un evento novedoso, aunque tampoco tengo prisa. Sé que llegará el momento”. Capello y Wenger fueron entrenadores en los que se fijó, aunque a su llegada a España el primero que la atendió fue Del Bosque.
Estos últimos cinco años su vida ha transcurrido alrededor de Di Stéfano. Se tatuó en su brazo La Saeta, detalle que al protagonista no le gustó al principio y ahora se muestra encantado. En estos momentos prepara su boda con el presidente de honor del Real Madrid con ilusión e incertidumbre. Los cinco hijos de Di Stéfano han pedido a los juzgados la incapacidad de su padre para evitar el enlace. Pero Gina sigue adelante con sus planes.Social Media for Business here
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