Málaga 0 – Real Madrid 1Social Media for Business here
Málaga es ciudad luminosa, abierta, alegre y bullanguera cuando ha de serlo. Es fácil contagiarse de su ambiente si llegas con ánimo de zambullirte en el corazón de sus gentes. Y sus gentes, la mayoría, son merengues de primera o segunda opción. Por eso La Rosaleda es plaza amable, plaza segura, campo donde habitualmente el Real Madrid cosecha esos puntos que ayudan a ganar Ligas.
Sin embargo ayer, pese a que los puntos se quedaron en el petate, no hubo demasiada alegría, demasiada luz. Fue un partido gris, lento, tosco, aburrido a veces y, sobre todo, impreciso. ¡¡ Cuantos pases fallados. Cuanto regate infructuoso, cuanto remate al vacío!! Y esa imperfección es, al final, lo que acaba de decidir que un partido sea un primor o acabe siendo un gurruño amorfo en el que, al final, sólo el resultado mereció el esfuerzo.
Y como muestra de que esa imperfección fue la culpable de que el partido no rompiera en algo agradable a los sentidos la tenemos en la jugada en que Di María, cual lagartija eléctrica, se retorció, saltó, dribló y se escabulló de cuanto malaguista se interpusieron entre su área y la de Willy Caballero, le dejó a Isco el regalo para que el debutante pasara de gris contribuyente a luminoso líder, rematando un partido importante en su tierra. Pero no, ayer no era el día. El bueno de Isco se llenó de balón, de ansiedad..... los dos segundos de los que dispuso se le hicieron instante y mandó a la Carihuela el balón en que estaba la papeleta de triunfador. Obviamente, salio derrotado.
En los prolegómenos pronosticaba sobre si Caballero (¡que gran portero!) sería el protagonista del partido....... y casi lo fue. Estoy seguro de que Cristiano lo tiene entre los porteros más insidiosos de la Liga. Se empeña en pararlas todas y ayer casi lo consigue. Menos mal que el zurdazo de CR7 se le escapó por debajo, sino a estas horas estaríamos hablando de que no está tan clara la cosa. Porque además la segunda parte fue casi un despropósito, en el que unos no podían y otros no sabían.
Al final los malaguistas, culés, indios y demás antimadridistas defendían que el Málaga mereció mas. Nada de eso. El Málaga no pudo merecer más puesto que es muy difícil empatar sin marcar un gol a un equipo que tiene a Cristiano Ronaldo, que ya sale con su camiseta del 7 y con su gol del vestuario. De serie. Es así de claro.
Lo único que tuvo a favor el Málaga fue la incertidumbre. El partido se sostuvo por la incertidumbre en el resultado. Si alguna de las tres o cuatro ocasiones claras de que dispusieron los blancos se hubiera materializado, en La Rosaleda habrían quedado sólo los recogepelotas y el bávaro antipático.
Pero no fue así y hubo que esperar a que el reloj diera la hora pendientes de si en cualquier falta, córner o tiro lejano de rebote se llamara a la injusticia. Pero no, esta Liga es blanca y todas las señales así lo indican, entre ellas la de ayer, que el año pasado hubiera sido un empate con gol de falta de Joaquín por toda la escuadra (no ha vuelto a marcar, creo).
Seguimos con la cómoda ventaja, esperando al Clásico, al partido que cerrará la temporada, si CR7 y Bale ganan a Messi, único escollo que separa al Madrid de Las Cibeles.
Me gustó: Bale. Vale mucho este chico, le falta un poco más de coraje en pedir los penaltis, más malaleche, forzar una amarilla, algo....... si no, no le pitan ni uno. Ayer demostró parte del fulgor que el año que viene nos deslumbrará.
No me gustó: Isco. Traspasado quizás por la presión de volver como estrella a casa. Ni Marcelo, otra vez sobrado, sin darse cuenta de que llevaba un brazalete histórico. Amrabat le hizo pasar una noche perra, pero casi ni se inmutó.
Veo con temor cuán sobrehumano esfuerzo han de vencer los árbitros para pitar un penalti al Madrid desde lo de Muñiz en Elche. Mira que son claros algunos, pero ni por esas. ¿Con qué les habrá amenazado Sánchez Arminio?
Franciscus: Vamos a ganar el Clásico, tranquilos, pero Messi nos lo pondrá muy, muy complicado.Social Media for Business here
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