Madrid - Barça | 20/03/2014 - 14:01h | Última actualización: 20/03/2014 - 14:17hSocial Media for Business here
Madrid. (dpa).- Aunque eclipsados por el inmarchitable destello de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, en el horizonte del Real Madrid-Barça también aparecen otras dos estrellas como Gareth Bale y Neymar, futbolistas que buscan su momento estelar con la necesidad de reivindicarse.
Ambos protagonizaron los fichajes más millonarios de la temporada, pero con una paradoja: nadie sabe realmente la cantidad que pagaron sus respectivos clubes para su contratación.
El Real Madrid aseguró que pagó al Tottenham algo más de 90 millones de euros (123,8 millones de dólares) por Bale, pero en Inglaterra situaron la operación por encima de los 100 millones de euros (137,6 millones de dólares). Mientras, el caso de Neymar fue todavía más polémico y la Justicia española sigue indagando cuál fue el precio final de su contratación, que también podría estar por encima de los 100 millones.
La cuantiosa inversión siempre perseguirá a ambos futbolistas, que están viviendo una temporada agitada. Y ahora parecen llegar al clásico en un momento divergente.
A Bale le costó mucho adaptarse a su nuevo equipo. Primero, porque tuvo que asumir una posición como extremo derecho en la que nunca jugó. Y segundo, por su estado físico.
Las lesiones no le permitieron adquirir la forma deseada en el primer tercio de competición, pero sus últimos partidos mostraron a un futbolista en progresión a medida que su físico -del que tanto depende- mostró una mejor adecuación al medio.
No es un futbolista que tenga una gran participación en el juego colectivo y sus apariciones tienden a ser contadas durante un partido. Pero cada vez que reclama el balón en las cercanías del área se está convirtiendo en un jugador letal.
A Bale se le podría denominar como un jugador "concreto", pues está aportando al Real Madrid estadísticas; es decir, goles y asistencias. En los 31 partidos que disputó esta temporada con el equipo blanco anotó 14 tantos y dio 17 asistencias. Es decir, participó directamente en 31 goles del Real Madrid, una cifra mucho más que estimable.
Ahora le llega el clásico, en el que intentará resarcirse de lo ocurrido en el partido jugado en el Camp Nou, cuando el Barcelona ganó 2-1 y el galés apenas intervino en el juego. Actuó como delantero improvisado y la idea de Carlo Ancelotti no funcionó.
Entonces le llovieron críticas, algo que contrasta con los halagos que ahora recibe. "La bala del clásico", lo definió hoy el diario "Marca", que añadió: "Llega al decisivo partido ante el Barcelona en su mejor momento de forma".
Mucho más angustiado acude a la cita Neymar, sometido a un intenso debate sobre su titularidad en el Santiago Bernabéu después de unas actuaciones grises. Quizá por ello decidió aislarse de tanto ruido y el martes estuvo en Dysneyland Paris junto a su amigo Thiago Silva, del Paris Saint-Germain.
Durante toda la semana los medios de Barcelona publicaron encuestas realizadas entre los hinchas en los que se preguntó si querían a Neymar como titular en el clásico. Y muy mayoritariamente los aficionados apostaron por Pedro y Alexis Sánchez antes que por el brasileño.
A sus 22 años, y después de convivir con el elogio permanente, a Neymar le está tocando vivir la otra parte del fútbol, la de la crítica y la polémica, todavía con el asunto de su fichaje dando vueltas por los tribunales españoles. Un enorme elemento de distracción.
A pesar de todo, las informaciones aseguran que Neymar será titular, por más que llegue al clásico con una discreta cifra de 12 goles en 32 partidos. Ahora, más que nunca necesita un partido para reivindicarse, y el Real Madrid-Barça le ofrece esa oportunidad.Social Media for Business here
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