Iker Casillas consuela a Sergio Ramos tras quedar eliminado el Real Madrid frente al Borussia Dortmund en semifinales de la Liga de Campeones Gonzalo Arroyo Moreno - GYISocial Media for Business here
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2 - Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao (Kaká, m.57); Xabi Alonso (Khedira, m.68), Modric; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Benzema, m.57).
0 - Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Bender, Gündogan; Blaszczykowski (Santana, m.90), Götze (Grosskreutz, m.14), Reus; y Lewandowski (Kehl, m.87).
Goles: 1-0, m.82: Benzema. 2-0, m.89: Sergio Ramos.
Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Coentrao (26), Higuaín (42), Ramos (79), Khedira (81) por el Real Madrid; y a Gundogan (43), Bender (45) por el Dortmund.
Incidencias: partido de vuelta de semifinales de Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 83.500 espectadores (lleno), 8.000 de ellos seguidores del Borussia Dortmund.
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El Real Madrid ha fracasado en su intento por remontar la eliminatoria de las semifinales de la Champions League y no estará en la gran final de Wembley, después de haber caído ante el Borussia Dortmund en una eliminatoria de infarto en la que los blancos se quedaron a un solo tanto de la clasificación (2-0). En un agónico final el Real Madrid anotó dos tantos en cuatro minutos y logró la victoria, pero la épica no le bastó para terminar la proeza.
No hubo remontada, pero casi. El Bernabeu se vistió de gala y cerca estuvo de vivir una de las noches más increíbles de su historia. Pese a ello, el Borussia Dortmund fue un equipo superior en el global, y mereció clasificarse de nuevo para la gran final de la Champions League más que su rival. Los alemanes perdonaron numerosas ocasiones ante Diego López y, sólo al final, temieron por el resultado.
Sin embargo, después de los últimos diez minutos del partido tendrán que reconocer que han vivido una de las experiencias más dramáticas de su carrera. Benzema primero y Sergio Ramos después, hicieron revivir a un Bernabeu congelado hasta entonces. En diez minutos el Madrid estuvo cerca de alcanzar lo que no pudo, y no mereció, en los 170 anteriores.
En un inicio fulgurante el Madrid salió a morder, con agresividad desmedida para meter vértigo desde el principio. Para robar en cada disputa, para atosigar a su rival y recuperar lo más rápido posible el esférico. Meter un gol cuanto antes era capital para alimentar los deseos de una grada enfervorizada. Y no uno, sino tres fueron los tantos que pudieron llegar en los primeros quince minutos. Pero fue la suerte, el azar o simplemente la falta de acierto lo que impidió que ninguno de ellos subiese al marcador.
Este comienzo supuso un suplicio para el equipo alemán, que achicaba balones como podía. Los blancos sacaron los tanques y bombardearon el área del Dortmund con toda la artillería posible. Sin embargo, los alemanes no se amilanaban y a la contra también tuvieron su opción por medio de Lewandowski.
Durante los veinte primeros minutos los de Mourinho tuvieron las ocasiones más claras del encuentro, pero las erraron. Higuaín falló la primera tras un brillante pase de Özil entre líneas. El argentino se internó en el área y, sólo ante el portero, golpeó mal el balón para estrellarlo en el cuerpo del meta. Tres minutos habían transcurrido y el Madrid metía el miedo en el cuerpo a su rival.
Cuatro después los blancos ya habían botado cuatro córners y el asedio atormentaba a los alemanes, que se sostenían gracias al guardameta. De hecho antes del diez, Weidenfeller salvaba de nuevo a los suyos. Cristiano remataba a bocajarro de volea sin oposición en el punto de penalti y el arquero rechazaba el balón con el pecho.
Las tenía el Madrid, pero la pegada no funcionaba. El vértigo contagiaba al Dortmund que, con su alegría habitual, se desprotegía para crear peligro en la portería rival. Y tendría una muy clara en las botas de Lewandowski, quien sino, que falló ante Diego López.
El polaco fue la pesadilla del Madrid de nuevo. Y eso que los blancos hicieron caso a Mourinho y agredieron sin piedad al delantero. Sergio Ramos golpeó hasta en tres ocasiones con el codo en la cara del central y en cada jugada procuró que se sintiera incómodo. Webb, el colegiado del encuentro, permitió ese juego subterráneo y dejó de pitar hasta dos penaltis claros.
Antes de la media hora Özil tuvo la tercera y más clara. Tras un error defensivo, el alemán entró en el área en velocidad con el balón controlado. En su intención de engañar al portero golpeó con la zurda al palo corto, pero el balón se fue lamiendo el poste.
Ahí se desinfló el Madrid, que veía como los minutos pasaban sin remisión. Cada segundo suponía una losa más que romper. Los alemanes crecían alrededor del balón y empezaban a dominar el partido a sus anchas. Las ocasiones no se transformaban en gol, pero el Borussia lo buscaba y lo merecía.
En la segunda parte los blancos no salieron con el mismo ímpetu que al inicio. Sin fuelle y sin tiempo las esperanzas se iban acabando. Lo único positivo era que el Borussia fallaba ocasiones meridianamente claras ante Diego López, rebautizado como el nuevo 'Santo' tras una espectacular parada a tiro de Gundogan.
Un balón al larguero de Lewandowski pudo cerrar el encuentro y la eliminatoria. Pero cuando el partido y la eliminatoria expiraban llegó la reacción blanca. Benzema remató un pase magnífico de Özil, y Sergio Ramos mandó un balón a la escuadra desde dentro del área. Los que se estaban marchando del Bernabeu regresaron para sentarse, creían en la clasificación, creían en la remontada y en la Décima, esa que parece maldita para el Real Madrid.Social Media for Business here
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