Howard Webb es, sin duda, el árbitro más mediático del panorama mundial en estos momentos. ¿La razón? Las pocas veces que utiliza el silbato para pitar faltas. El inglés deja jugar mucho y permite un alto grado de agresividad, algo que ya le pasó factura en la final del Mundial cuando no amonestó a De Jong tras patear a Xabi Alonso y, sobre todo, en el último partido que pitó en la Premier, cuando falló tanto que la Federación Inglesa de Fútbol le castigó y le bajó a la League One (la Segunda División B anglosajona).Social Media for Business here
Pese a que en Inglaterra ha perdido mucha reputación, para la UEFA Howard Webb sigue siendo un árbitro de confianza, como demuestra el hecho de que le designara para arbitrar el Real Madrid - Borussia Dortmund de Champions League. En apenas media hora, el inglés volvió a demostrar que no ha bajado el listón y que sigue siendo tan permisivo como siempre.
Los grandes perjudicados fueron, como siempre, los jugadores. Lewandowski fue uno de los que más sufrió al árbitro inglés. Ramos, Varane, Modric y Alonso no dudaron en aprovechar la dejadez del colegiado para golpear al polaco todo lo que fuera necesario. Sin embargo, el que peor lo pasó fue, otra vez, Xabi Alonso.
El tolosarra evocó por un momento el partido de 2010 en Johannesburgo, cuando De Jong le dejó marcados los clavos de la bota en el pecho. Esta noche, en el Bernabéu, fue Bender el que arrolló al mediocentro. El alemán no fue con los tacos por delante como el holandés hace dos años, pero sí con la pierna en alto y acabó golpeando a Alonso a la altura de la cadera y de la rodilla. La bola se marchó fuera y Webb señaló saque de banda. Ni falta ni, mucho menos, tarjeta para el jugador del Dortmund. "Es un deporte de contacto", seguirá pensando Howard Webb.Social Media for Business here
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