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sábado, 4 de mayo de 2013

Real Madrid 4-3 Valladolid: los blancos imponen su ley en el ...

Como si de un torneo de verano se tratara, Real Madrid y Valladolid se pasearon sobre el césped del Bernabéu. No se jugaban nada en la Liga y esto provocó que apenas hubiera faltas, muy poca agresividad y demasiados huecos cerca de las áreas que convirtieron el choque en un 'correcalles'. Los blancos tienen a Cristiano Ronaldo y por eso se llevaron la victoria.Social Media for Business here

Mourinho y Djukic o dos maneras diferentes de entender el fútbol. Las dos formas son válidas, el resultado final depende de la calidad y definición de tus jugadores. Y ahí suele ganar el rico, en este caso el Real Madrid.

El equipo blanco, como en la mayoría de sus partidos, estuvo espeso en la creación de juego, pero ni siquiera le hizo falta para crear múltiples ocasiones de peligro. El Valladolid permitía que Di María y Kaká tuvieran muchos metros por delante para llevar el balón a las inmediaciones de la portería de Jaime y ahí el Real Madrid es letal.

Los vallisoletanos querían sacar algo positivo del Bernabéu y no a base de encerrarse en su portería. Intentaron dominar el balón, por momentos lo consiguieron e incluso disfrutaron de varios contraataques peligrosos.

Los delanteros disfrutaban como niños combinando sin la presión del rival. En una de estas, el Valladolid se adelantó con un gol de Óscar. El Bernabéu estaba demasiado frío y los aficionados comenzaron a pitar, primero a Mourinho y después a sus jugadores.

El Real Madrid se activó y le dio la vuelta al marcador en apenas seis minutos con goles de Di María, gracias a la ayuda de Marc Valiente y de Cristiano Ronaldo, que de nuevo volvió a ser el mejor jugador blanco sobre el terreno de juego.

La pareja de centrales que formaron Pepe y Carvalho no estuvo afortunada y tampoco recibió las ayudas de Modric y Khedira. El Valladolid quería más, Omar corrió a la espalda de Nacho y puso un balón perfecto que empujó Javi Guerra para restablecer el empate ante la incredulidad de Diego López.

El portero pedía más intensidad a sus compañeros tras ver el empate. Pero la inercia futbolística le daba el favoritismo al Real Madrid y no se equivocaba.

El gol de Kaká al comienzo de la segunda mitad hundió a un Valladolid que no pudo volver a flote en el Bernabeu. Los vallisoletanos seguían sin defender con contundencia en su área y no confiaban en la remontada.

Desde ahí y hasta el final del partido, los focos apuntaron al terreno de juego, pero no al resultado, sino a los jugadores. Higuaín recibió la pitada del público como castigo a su fallo en el partido frente al Borussia.

Benzema se marchó aplaudido, pero cabizbajo, Diego López tuvo un par de fallos - que pudo corregir- y Cristiano recibió la última ovación, tras marcar el cuarto, en agradecimiento al esfuerzo que demuestra en cada jugada.

El golazo de Alberto Bueno a dos minutos para el final solo sirvió para confirmar que no existió la concentración en el partido. La victoria blanca evita que el Barça pueda cantar el alirón en su próximo partido.

Al Real Madrid le quedan cuatro jornadas para finalizar la Liga. Se prevén partidos de este estilo, con goles y sin tensión futbolística. Con las miradas puestas en Mourinho, Casillas y demás cosas que no favorecen al equipo.Social Media for Business here



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