Jaume Miserachs Jefe de Sección | Fútbol
¿Es posible la autogestión? SÍ Totalmente posible. ¿No es autogestión provocar la destitución de un técnico? ¿No es autogestión que los jugadores tomen las riendas de un partido, con independencia de lo que diga el técnico? Sí, eso es autogestión y de los dos casos podrían ponerse mil ejemplos. Saber si hubo autogestión en Mestalla es algo que nadie reconocerá nunca, pero la transformación que sufrió el Madrid en el 0-5 del domingo en Liga es algo significativo. Hay síntomas que huelen a 'tufillo'. José Mourinho no expresó ninguna alegría con los goles de su equipo y los jugadores se mostraron sobre el campo más unidos que nunca. Que Mourinho por su fuerte carácter está libre de la rebelión de sus jugadores no tiene ningún fundamento. El portugués, como todos los entrenadores, está expuesto a que sus jugadores le planten cara y se muestren contrarios a sus mandamientos. Y de hecho eso ya ha ocurrido en este Real Madrid. El último toque a Mourinho llegó de su gran estrella, Cristiano Ronaldo. No es la primera vez que CR7 le planta cara. Ya se quejó hace dos temporadas de cómo jugaba el equipo y el técnico le 'castigó' a la siguiente jornada dejándole en el banquillo. José Mourinho está cada vez más solo. Públicamente sólo le defienden Karanka y algún que otro jugador que prefiere hacerle la 'rosca'.
¿Es posible la autogestión? NO Cuesta creer que un técnico con el carácter (léase mala leche) de José Mourinho se deje atropellar por sus propios jugadores. Si sospechara que es así, uno cree que sería capaz de dejar en el banquillo, o en casa directamente, a quien considerara oportuno. Otra cosa es que los elegidos para formar en el once inicial, una vez sobre el campo interpreten una partitura distinta de la diseñada por su 'jefe'. Y en este caso Mou poco puede decir. Siempre y cuando, claro, se llegue al minuto 45 con un 0-5 tan inapelable como sorprendente. Además, los jugadores saben que si con su supuesta autogestión acaban triunfando en la Copa del Rey y en la Champions, llevando la tan ansiada 'Décima' a las vitrinas del Bernabéu, Mou no vacilará a la hora de presumir de 'su' tercera Champions. Con lo cual conseguirían exactamente el efecto contrario al que persiguen. En fin, es una historia tan complicada como, eso sí, posible: no sería la primera vez que un vestuario toma el control de la situación pasando por encima de su entrenador, cuando no pactándolo con el propio míster. A los jugadores se les enciende la sangre cuando se ven a 15 puntos del Barça en Liga. Y no se les escapa quién es uno de los máximos responsables de la situación: el mismo que no duda en ponerlos a caer de un burro para 'taparse'a sí mismo. Pero de ahí a la autogestión media un abismo
Jaume Miserachs 22/01/2013 07:51
Cuando la exhibición del Real Madrid en Mestalla, favorecida por la táctica suicida de Ernesto Valverde, todavía despertaba los elogios del madridismo más enfervorizado, en otros círculos próximos al cuadro blanco se levantaban dudas sobre la 'paternidad' del buen juego desplegado por los de José Mourinho ante el Valencia.
El programa El Larguero, de la cadena Ser, fue el altavoz en el que se escucharon los primeros comentarios acerca de la posibilidad de que el vestuario blanco hubiera recurrido a la autogestión, dándole la espalda al técnico portugués. José Ramón de la Morena, director del citado programa, y Alfredo Relaño, director del diario AS, defendieron este teoría.
“Me ha parecido ver un estado anímico de solidaridad, como diciendo 'el que está en el banquillo es el entrenador pero esto lo solucionamos nosotros'. Es lo que he visto en la jugada del primer gol, en el pase de Cristiano a Higuaín, que en otras ocasiones habría sido un zambombazo del portugués y gol”, aseguró De la Morena en un momento de la tertulia, encontrando en Relaño a su mejor apoyo: “Yo lo he visto igual. Han sufrido tanto y al levantarse el propio Cristiano contra el tirano, es posible que hayan encontrado el punto de hartazgo y de unión”.
Relaño añadió como detalle destacable el gol en el que Di María y Cristiano se abrazaron en el suelo: “Por el momento del partido no había para tanto. O cómo Higuaín va hacia Ronaldo señalándole con los dos dedos, como diciendo 'has sido tú, has sido tú', algo que antes no existía”.
Mucho que ganar
En otro momento de la tertulia, De la Morena aseguró que el propio Mourinho “había fomentado esa división entre portugueses y españoles, o entre amigos de tal o amigos de cual”, a lo que Relaño apostilló: “Los jugadores han decidido que tienen temporada por delante. Jugando así se puede ser campeón de Europa y de Copa, aunque en Liga ya no hay nada que hacer”.
Esta teoría de la autogestión encontraría su punto de arranque en la bronca que mantuvieron el miércoles Mourinho y Cristiano Ronaldo en el vestuario del Bernabéu, al término del partido de ida de cuartos de Copa ante el Valencia. En dicha discusión, el técnico le echó en cara su excesiva pérdida de balones y su escasa ayuda en labores de contención.
Aquel episodio habría colocado al delantero en las filas de los críticos hacia Mourinho, facción que en el vestuario blanco no hace más que crecer. Y en torno a la figura del crack, más solidario que nunca en Mestalla, se habría erigido el 'nuevo' Madrid que tanto deslumbró en el feudo valencianista.
Enfrente de esta teoría está la que defiende las bondades del técnico portugués para dar con la tecla que ha hecho reaccionar a su equipo. Quienes se alinean con esta propuesta citan como ejemplo otra bronca. En este caso, la que dedicó Mou a Di María la pasada jornada en Pamplona, donde tras empatar (0-0) ante el colista Osasuna le espetó aquello de que “desde que renovaste no juegas nada. Cuando ganabas poco dinero jugabas mucho, ahora desde que renovaste no juegas ni mucho ni poco”. El argentino, autor de dos goles en Valencia, donde firmó un partido espectacular, dijo tras el encuentro que “he tapado bocas”, sin explicar cuáles.
Lo cierto es que el domingo, a medida que caían los goles en el marco de Diego Alves, no se vio en ningún momento al Mourinho eufórico que suele celebrar los tantos de su equipo. Al mismo que la pasada temporada, también en Mestalla, cuando CR7 firmó el 2-3 a los 79 minutos, no dudó en subirse a caballito de Callejón para festejar el triunfo de su equipo.
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