La victoria del Real Madrid sobre el FC Barcelona tuvo un epílogo sorpresa. José Mourinho no compareció ante los medios de comunicación. Tampoco Karanka.
Fue Iker Casillas, capitán del equipo blanco, lesionado y sin estar en la convocatoria, el que habló en el Camp Nou. El gesto no gustó a la prensa deportiva catalana, que lo interpretó como una falta de respeto.
El malestar llegó hasta las páginas de algunos diarios digitales, como el Diario Sport. El rotativo no dudó en criticar a los blancos y al portero internacional: "Casillas, de defenestrado, a portavoz del Madrid", comentó, al tiempo que añadía que "el Real Madrid ha vuelto a demostrar que, de lo que fue su señorío, ya no queda nada".
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