El Real Madrid no tuvo suerte de cara al gol y tropezó ante el Málaga en un trepidante partido. Todos los tantos llegaron en la segunda mitad. Isco, nada más comenzar los últimos 45 minutos, adelantó a los locales y Sergio Sánchez, en propia puerta, puso las tablas en el marcador. Cuando parecía más cerca el gol de la victoria visitante, volvían a adelantarse los locales. Lo hacían además por partida doble y con Santa Cruz como protagonista. Benzema, en el 83’, reducía distancias, pero no fue suficiente. Los blancos lo intentaron hasta el final y merecieron más en La Rosaleda.
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El Real Madrid despedía el año con un partido de ‘Champions’. Dos de los 16 equipos que disputarán en 2013 los octavos de final de la máxima competición continental se medían en La Rosaleda. Y el encuentro no defraudó. Su inicio fue además prometedor para los intereses visitantes, que estuvieron cerca de adelantarse en el marcador en una falta directa que lanzó Cristiano Ronaldo. Sólo los reflejos de Caballero lo evitaron. Fue el único disparo a puerta en los primeros 20 minutos de juego, pero no por ello nos encontrábamos ante un partido aburrido. Más bien todo lo contrario.
El encuentro tenía un ritmo trepidante y ofrecía alternativas para ambos contendientes. Precisamente en una de ellas volvió a llevar peligro el Real Madrid a la portería del Málaga. Contragolpe que inicia Xabi Alonso, prosigue Di María y el pase del argentino no puede ser aprovechado por Cristiano Ronaldo en el segundo palo a los 25’. Un minuto después, intercambio de papeles. Es ahora el portugués el que centra con la izquierda de forma magistral y el internacional albiceleste el que controla y sin dejarla caer intenta sorprender a su compatriota Caballero con una vaselina que saca Monreal sobre la línea de gol. En dos minutos, y pese a no obtener el premio del gol, los blancos dejaban constancia de su tremenda verticalidad. A partir de ese momento el partido cambió.
El dominio alterno dejó paso al control absoluto de los madridistas. El Málaga se replegaba e intentaba quitarse de encima el acoso de los futbolistas blancos, que querían llegar al descanso con el marcador en franquía. Cristiano Ronaldo volvió a intentarlo en el 36’, de nuevo a pase de Di María, pero su remate de volea se marchó manso a las manos de Caballero. Otro disparo del portugués desde 25 metros en el 43’, que se fue alto, y un cabezazo de Pepe a la salida de un córner en el tiempo añadido fueron las dos últimas ocasiones del primer acto. Todo se decidiría en la segunda mitad, que prometía espectáculo tras lo visto hasta el momento.
Los cinco goles llegaron en una segunda mitad de infarto
No pudo empezar peor la segunda mitad. Sólo se habían disputado cuatro minutos de juego cuando se adelantó el Málaga. Joaquín recibe en el segundo palo y cede el esférico a Isco, que bate a Adán con un ajustado disparo desde la frontal en el segundo remate a portería de los locales. Todo se ponía en contra, pero la sensación no era nueva para los blancos, que ya demostraron su capacidad de reacción dando la vuelta al marcador en los dos últimos encuentros del campeonato.
Mourinho volvía a ser valiente y daba entrada a Callejón en lugar de Arbeloa a los 58’. Más mordiente en busca del triunfo. Seis minutos más tarde llegó la segunda sustitución. Saltaba al terreno de juego Kaká y se retiraba Di María. Las intenciones del técnico portugués vieron cumplidas sus expectativas en apenas dos minutos. Jugada embarullada en el área, que termina en los pies de Benzema. El francés remata a la media vuelta y Sergio Sánchez cambia la trayectoria del esférico y bate a su portero en el 66’. 1-1 y todo por decidirse con 25 minutos por delante.
El Real Madrid había crecido en su juego y, cuando parecía más cerca el gol de la victoria visitante, volvió a adelantarse el Málaga. Lo hacía además por partida doble y ambos tantos llevaron la firma de Santa Cruz, que había sustituido a Saviola con anterioridad. El primero llegó después de aprovechar en boca de gol un remate de tacón de Joaquín en el 76’. En el último de su equipo sorprendió a Adán con un preciso remate con la izquierda. Los blancos, pese a no tener suerte de cara a gol, no cejaban en su empeño y redujeron distancias a los 83’. Robo de balón de Özil y gran asistencia que aprovecha Benzema para superar a Caballero. 3-2 y ocho minutos de infarto para la conclusión del choque. No fue suficiente. Los blancos lo intentaron hasta el final y merecieron más en La Rosaleda.
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