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Por Alberto Piñero, periodista cobertura diaria Real Madrid (@pineroalberto)
Son innumerables los casos de jugadores de fútbol que han terminado como entrenadores. Pep Guardiola, Carlo Ancelotti, ‘Cholo’ Simeone… los nombres se agolpan en la cabeza sin necesidad de profundizar mucho en la memoria. Tratados con cierto reparo en el mundo del fútbol hace no tanto tiempo, hoy en día es más que habitual ver cómo hay jugadores que nada más colgar las botas se hacen con una pizarra, un silbato y un cronómetro para emprender una nueva etapa en el deporte rey. Con más o menos éxito, pero todos ellos aportan una sensibilidad especial a los banquillos. “Tenemos química con el míster. Ha sido jugador y se pone en la piel del futbolista”, decía esta misma semana Sergio Ramos de Carlo Ancelotti, refrendando esa realidad que habla del puntito extra que aportan los ex jugadores profesionales al gremio.
Bien lo sabe Rubén De La Red, entrenador antes de tiempo por causas mayores. El otrora futbolista adquirió un virus que le afectó al miocardio, lo que le provocaba arritmias. Un síncope, mientras disputaba un partido de Copa con el Real Madrid ante el Real Unión el pasado 30 de octubre de 2008, estuvo a punto de acabar con él de forma fulminante. Afortunadamente para él, ‘sólo’ acabó con su carrera como futbolista cuando, con apenas 23 años, era internacional con la selección y un valor firme en el primer equipo del Real Madrid. Ahora, más de cinco años después, lidera con éxito al Cadete A del club blanco desde los banquillos. Tras su retirada, la entidad merengue le ofreció la oportunidad de seguir ligado al deporte rey, y aquella otra perspectiva del fútbol le enganchó. Tanto, que ya está sumando méritos a ritmo tan vertiginoso como su caótica despedida…
Su carrera de entrenador ha empezado desde muy abajo gracias a la amistad del Real Madrid, pero sus resultados y cohesión con los grupos, han cautivado logrando resultados históricos
De La Red siempre ha confesado que le costó dejar de pensar como un futbolista, pero lo cierto es que hoy en día hay en él bastante más de entrenador que de jugador, después de haber ejercido de ayudante itinerante por todos los equipos de La Fábrica, después de ser segundo entrenador del Juvenil A, y después de ser entrenador del Cadete B, antes de alcanzar su puesto actual. Todo ello en apenas tres años, desde que anunciara entre lágrimas su retirada. Aquél fue el último día del Rubén futbolista y, aunque él no lo supiera entonces, el primer día de una prometedora carrera como entrenador. Y eso es algo que no se le escapa a nadie de entre los que frecuentan la Ciudad Deportiva de Valdebebas: Rubén De La Red acabará entrenando en la élite.
En su primer año en el Cadete B del Real Madrid ganó la liga a falta de tres jornadas para el final del campeonato, habiendo aguantado invicto más de media liga. En verano ganaría también la Nike Cup en España, para llegar luego hasta los cuartos de final en el torneo mundial de Nike celebrado en Manchester. Y en la presente liga con el Cadete A marchaba segundo cuando ha irrumpido el prestigioso Torneo mundial Al Kass, donde los chicos de De La Red firmaron un brillante papel alcanzando la final. El título se les escapó de entre los dedos sólo en la tanda de penaltis ante el Aspire International, con chicos seleccionados de la academia Aspire bastante desarrollados físicamente para semejantes categorías (basta decir que esta academia creada en Oriente Medio, es la gran fábrica mundial actual).
Este jueves estuvo a punto de sumar otro torneo juvenil, pues su Cadete madridista se ¡pasea’ por todos los escenarios que visita estos últimos meses. Su deseo, contado aquí, es “entrenar al Real Madrid”
Sea como fuere, no todo son los resultados en las categorías inferiores. Ni mucho menos. Y hay algo que tiene De La Red de lo que muy pocos pueden presumir. Todos tienen grandes conocimientos y títulos reglados para entrenar. Sí los hay además ex jugadores que pueden tener esa sensibilidad especial desde los banquillos. Pero es que además Rubén posee un magnetismo con sus pupilos que sólo un reciente campeón de la Eurocopa puede tener. No obstante, son muchos los que todavía le recuerdan en pantalón corto jugando en el Santiago Bernabéu. El drama que suponía en 2010 colgar las botas antes de tiempo es hoy una virtud más de entre las que exhibe el De La Red entrenador.
Un canterano que ascendió en La Fábrica hasta conquistar Europa. No hay mejor reflejo para esos chicos. No hay mejor experiencia en el mundo del fútbol para saber cómo ser el líder entre tus jugadores. Hoy, que son de los pequeños. Pero también mañana, cuando se trate de profesionales. Y es que, de momento, la carrera de Rubén De La Red no tiene techo. “Mi ilusión es poder entrenar algún día al primer equipo del Real Madrid”, me confesó una vez en una entrevista. De momento, las bases ya están puestas. Y bien asentadas. Para conseguirlo, “hay que estar en el sitio adecuado, trabajar mucho y, sobre todo, valer”, decía. Y a día de hoy, De La Red parece tener todos esos factores de su parte.
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