Paginas

miércoles, 13 de febrero de 2013

El Real Madrid no pasa del empate ante el Manchester United en el ...

  • Real Madrid: Diego López; Arbeloa, Sergio Ramos, Varane, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso (Pepe, m.84); Di María (Modric, m.75), Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, m.60).

    Manchester United: De Gea; Rafael, Ferdinand, Evans, Evra; Welbeck (Valencia, m.73), Carrick, Jones, Kagawa (Giggs, m.64); Rooney (Anderson, m.84) y Van Persie.

    Goles: 0-1, m.20: Welbeck. 1-1, m.29: Cristiano Ronaldo.

    Árbitro: Felix Brych (ALE). Amonestó a Van Persie (5), Rafael (40) y Valencia (88) por el Manchester United.

    Incidencias: Encuentro de ida de los octavos de final de Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno, con 83.500 espectadores en las gradas, cinco mil de ellos ingleses del Manchester United.

La Décima, la deseada, la necesaria, se complica por momentos. El Real Madrid no pasó del empate (1-1) con el Manchester United en el Santiago Bernabeu en la ida de los octavos de final de la Champions League. Un resultado corto, incierto, que da cierta ventaja a los Red Devils en la eliminatoria.

El resultado fue un jarro de agua fría para los blancos. Al equipo de José Mourinho, al que le quedan mínimas opciones en la Liga, que debe visitar el Camp Nou en la Copa del Rey, había marcado este duelo ante el United en rojo. Necesitaba un resultado convincente el Madrid para afrontar la vuelta con garantías. Ahora tendrá que visitar Old Trafford con la obligación de atacar para lograr al menos un gol.

Los planes de Mourinho los complicó Danny Welbeck. Nadie le esperaba y por eso fue tan decisivo. Ferguson sorprendió utilizándole de inicio y el espigado delantero de Manchester lo agradeció con un derroche extraordinario y con una diana que decanta mínimamente la balanza hacia el lado inglés.

Cristiano Ronaldo, en perpetuo estado de gracia, fue el único capaz de batir al criticado -incluso por su entrenador- David de Gea. El español cuajó una actuación relevante, con paradas de mucho mérito, aunque los balones altos se le siguen atragantando. También magnífico estuvo Diego López, el hombre al que el Real Madrid contrató especialmente para este partido.

El guardameta gallego fue providencial para su equipo en varias ocasiones, actuando como antídoto ante el veneno del United. Su envergadura impidió el doblete de Welbeck y sus manos desviaron hacia el travesaño un disparo de Van Persie. Los porteros destacaron sobremanera en un duelo de muchos quilates.

Mourinho, y sobre todo Ferguson, dejaron su impronta en el duelo. El portugués se decantó por la frescura de Varane en lugar de un Pepe aun fuera de forma tras un mes de baja. Pero fue el legendario técnico escocés el que dejó a todo el mundo boquiabierto con su once. Ni Vidic, ni Cleverley, ni Valencia.

Evans ocupó la plaza en el centro de la defensa, Kagawa se ocupó del medio campo y Welbeck se situó cerca de Van Persie en ataque, lo que mandó a Rooney a la banda derecha. Sin extremos ni organizador, el Manchester United tuvo poco control en el centro del campo. Buscó las transiciones rápidas, la mínima elaboración. Ferguson quería que su equipo fuera más directo de lo habitual.

No encerrarse atrás le costó al ManUnited conceder más ocasiones de las previstas. Incluso Coentrao mandó un tiro al palo en el minuto cinco. De Gea salvó el gol con la yema de su dedo índice. Instantes antes comenzaba la pesadilla del lateral Rafael. El brasileño fue incapaz de parar a Cristiano Ronaldo y acabó siendo desbordado también por Ozil y Di María. El Real Madrid había encontrado el punto débil de los Red Devils y no iba a desaprovecharlo.

Con ambos equipos buscando dominar las áreas, sin demasiado juego en el medio campo, Welbeck y Van Persie ganaban los duelos aéreos para generar segundas jugadas. Con Ramos muy lejos de un excelente Varane, el Madrid sufría para controlar las prolongaciones buscando la velocidad de Kagawa. Así se originó el córner que dio lugar al primer tanto del encuentro.

En el saque de esquina, una nueva diana a balón parado en contra del equipo de José Mourinho. Welbeck le ganó el salto a Sergio Ramos en el área pequeña y giró lo suficiente la cabeza para alojar el esférico lejos del alcance de Diego López y Arbeloa, que estaba bajo los palos. Que el rival marque un gol es malo. Si además lo hace en la ida como visitante, es peor.

El gol pareció dejar satisfecho al United. Los de Ferguson comenzaron a dejar una distancia sideral entre lineas, el conjunto se empezó a partir y Carrick y Jones estaban demasiado solos. Aumentó la posesión del Madrid, se hizo la luz para Ozil entre líneas y los blancos olieron de nuevo la sangre por el costado de Rafael, que seguía fuera del partido y no recibía suficiente ayuda de Rooney. Y así Di María centro desde esa banda para que Cristiano Ronaldo (1,86 metros de altura) se levantara por encima Evra (1,75) para rematar a gol con un potente cabezazo.

Se avistaban los mejores minutos de los locales. Sobre todo después de que Diego López evitara con su envergadura el doblete de Danny Welbeck. Ejerciendo una perfecta presión tras pérdida, los blancos ahogaron a su rival y obligaron a Van Persie y Rooney a jugar casi en la frontal de su propia área. El trabajo de Khedira, Xabi Alonso, Arbeloa y Coentrao asfixiaba al Manchester y le impedia salir al contragolpe. Pero eso no le bastó al Real Madrid para darle la vuelta al marcador.

En el descanso, Alex Ferguson ajustó algunos detalles y dotó de fortaleza defensiva su equipo, obligando a los de Mourinho a apostar por su ataque estático. Sin espacios, los blancos necesitaban calidad, talento, imaginación. Pero el asalto organizado no es su especialidad. Sólo quedaba mandar el balón a la banda para buscar el centro.

Así llegó su mejor opción, con un pase de Khedira desde la derecha que remató Coentrao y que obligó a De Gea a realizar una excelente para de balonmano, sacando la pelota con el pie cuando ya parecía que se colaba.

El Manchester United no quería que se la eliminatoria se le escapara de las manos. Por eso salió Ryan Giggs, ovacionado por el Santiago Bernabeu, que premio la dedicación del galés al fútbol a sus 39 años. El veterano capitán ya no está para muchos minutos, aunque su aportación, su pausa, su pundonor siguen siendo vitales en los momentos decisivos.

En el campo, los futbolistas de ambos equipos no sabían si lanzarse a por el segundo gol o esperar atrás. el 1-1 les valía a los dos y a nadie al mismo tiempo. Así que se produjeron varias ocasiones, la más clara una doble de Van Persie.

El holandés, escorado en la derecha, disparó y Diego López logró desviar el balón, que acabó estrellándose en el travesaño. Acto seguido, Welbeck atrapó el rechace y tocó atrás para que Giggs filtrara el pase de nuevo para Van Persie. Sólo ante el portero del Madrid, el tiro del atacante salió mordido y le dio tiempo a Xabi Alonso a evitar que el esférico se colara en la portería.

Antes del pitido final, Cristiano Ronaldo y de nuevo Van Persie tuvieron oportunidades de canviar el resultado del encuentro, pero ninguno de los dos acertó. Y el colegiado, que había perdonado la expulsión a Varane en el primer tiempo por derribar a Welbeck siendo el último hombre, pitó el final cuando el Manchester United se disponía a sacar el último córner.

Dicen las estadísticas que el Real Madrid nunca ha superado una eliminatoria de competiciones europeas tras un 1-1 en casa y que el ManUnited jamás ha sido eliminado después de empatar a uno fuera de casa en el primer partido. El próximo 5 de marzo en Old Trafford -cuando el equipo de Mourinho ya se haya enfrentado al Barça en la Copa (26 de febrero) y en la liga (2 de marzo)- se sabrá si la tradición se mantiene.



Link

0 comentarios:

Publicar un comentario