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sábado, 3 de noviembre de 2012

Un Real Madrid sin Xabi Alonso ante un Zaragoza en racha

Juanma Trueba

03 de noviembre de 2012 0:48h
Un Real Madrid sin Xabi Alonso ante un Zaragoza en rachaAmpliar Callejón y Álex Fernández, a la llegada a la concentración en el hotel Mirasierra Suites. | pepe andrés

E n vísperas del partido contra el Zaragoza, Mourinho insistió en su crítica contra Alberto Toril, entrenador del Castilla. Lo que resultaría un comportamiento incomprensible en cualquier ámbito profesional encuentra por fin, y según Alfred Adler (creador del término "complejo de superioridad"), una motivación psicológica: en su afán por ser considerado el mejor de la historia, Mourinho precisa de una renovación constante de sus enemigos, poco importa que los fantasmas reclutados sean amigos, colaboradores o residentes en el Madrid.

Es de imaginar la estupefacción con la que el Zaragoza habrá asistido al conflicto. En lugar de presionar a sus jugadores, al árbitro o al sistema métrico decimal, Mou carga contra el Castilla. No hacía falta tanta galantería con un Zaragoza que viene de sumar tres victorias seguidas y que parece haber superado una crisis de larga duración.

La primera evidencia es que el Zaragoza que pisará hoy el Bernabéu no será el equipo agónico de las tres últimas temporadas. Jiménez ha dado con un equipo base y aseguran los más fieles zaragocistas que en los últimos cinco años no se ha visto un fútbol tan brillante como el que se jugó en la primera parte contra el Sevilla, la pasada jornada.

De vencer hoy (Jiménez ya ganó en el Bernabéu como técnico sevillista), el técnico andaluz encadenaría cuatro triunfos seguidos, los mismos que le permitieron salvar la categoría al final de la pasada Liga.

En el Madrid, al margen de las teorías conspirativas, la novedad es el regreso de Arbeloa y la reubicación de Essien. Uno ocupará el lateral zurdo y el otro volverá al pivote, en compañía de Modric y en sustitución del sancionado Xabi Alonso. Frente a ellos se desplegará un equipo que ha recuperado el gusto por la pelota, con veteranos jugadores como Movilla o Apoño.

Duelo. En las posiciones más adelantadas de cada equipo se librará un duelo entre compatriotas y amigos, Cristiano y Hélder Postiga. Si existe algún pique entre ellos, por sano que sea, ganará el espectáculo y se olvidará la caza de brujas, aunque sea durante 90 minutos.



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