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Cristiano y Bale celebran uno de los goles en alemania. Reuters
El territorio maldito que era Alemania solo duró dos minutos. Fueron los dos minutos en los que el Real Madrid tuvo que contener al Schalke, que empezó al ataque, y que intentó imponer la caldera del Veltins Arena al juego del Real Madrid. Apenas un par de ocasiones tuvieron antes del primer gol blanco. Benzema tras una buena jugada adelantó al equipo blanco en el marcador.
Por si quedaba alguna llama en Alemania, Casillas se encargó de apagarla un minuto después. Draxler, la joya del Schalke, disparó a bocajarro sin contar con la posibilidad de que el vuelo de Casillas frustrara su gol y el empate.
Ahí se acabó el Schalke y comenzó a crecer el Real Madrid que, con la BBC (Bale, Benzema Cristiano) a tope, abrió distancia en el marcador. Los dos de Benzema, dos de Bale y otros tantos de Cristiano acabaron con los fantasmas alemanes y convirtieron en Veltins Arena en una segunda casa. Algo parecido le pasó a Raúl.
Después de que Benzema marcara el primero, Bale volvió a ratificar la confianza de Ancelotti que, en cuanto ha tenido a todos sus chicos, ha dejado a Jesé en el banquillo. Galones lo llaman algunos, millones otros. Sea como fuere y para despejar dudas, Bale justificó su titularidad y su precio.
Un robo de balón con un arranque de potencia fueron el inicio de la jugada del segundo gol del Real Madrid. Al llegar al área el galés realizó dos recortes y cuando se metió en el área y todo el mundo pensaba que se había quedado sin opciones, Bale metió la puntita de su bota. Menos espectacular que un zurdado pero igual de efectivo.
El Real Madrid se fue al descanso con el 0-2 pero con Cristiano rumiando sus errores. Eso nunca fue halagüeño para el equipo rival, había disparado a la madera y Fährmann le sacó dos goles claros, no eran buenos presagios para el equipo alemán.
Cristiano se sacude la ansiedad
A los siete minutos de la segunda parte, Cristiano se relajó. Recibió un balón en la izquierda y lo hizo sencillo, sencillo para él, les recomiendo no intentarlo. Dejó sentado a su par con dos bicicletas y la cruzó fuerte con la zurda. Lo celebró con su gesto: "Yo estoy aquí". Él y la artillería blanca que seguía hambrienta.
Una vez que habían marcado los tres de arriba faltaba ver quién repetía y en una jugada al primer toque de Benzema y Cristiano llegó el cuarto. En un palmo de terreno Cristiano se la puso de tacón en el área a Benzema, que no falló ante el portero. El francés, al que muchos recuerdan aún por los pitos, hace tiempo que comenzó a marcar goles y diferencias. Hoy solo ratificó lo que lleva haciendo unos meses.
A falta de 20 minutos para terminar el partido Bale marcó el quinto en una contra perfecta. Robo de Ramos y disparo cruzado del galés. Pudieron ser más goles del Real Madrid pero el equipo de Ancelotti echó el freno, el Atlético está a la vuelta de la esquina.
Aún hubo tiempo para dos minutos finales movidos. Cristiano, cuyo ansia no tiene fin, marcó el sexto y Huntelaar hizo el de la honra con una volea de museo que acaba con la imbatibilidad de Casillas. Poco importaba ya a esas alturas de partido.
El infierno alemán ya no lo es tanto. Allí donde recibían al Real Madrid con ardor guerrero y antorchas le esperarán a partir de ahora con cautela. El Real Madrid sentencia los octavos, acaba con la maldición de Alemania y da un mazazo en la mesa en la conquista de la Décima.Social Media for Business here
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