Como si fuera un bólido, el Madrid pasó de 0 a 100 en cuestión de segundos y así se deshizo del Partizan para sumar un nuevo triunfo en el Top 16 (80-57). El playoff de cuartos ya está más cerca después de una victoria liderada por los Sergios. Llull y Rodríguez (19 cada uno) pusieron en órbita a un equipo que empezó adormilado y acabó tan holgado que pudo dar minutos a los canteranos Alberto Martín y Jonathan Barreiro. Las bajas de Carroll y Draper no se dejaron notar.Social Media for Business here
Los blancos, en su peor inicio de la temporada, llegaron a los cinco primeros minutos sin anotar. Con la galbana a cuestas, fallaron cinco tiros, extraviaron tres balones y apenas defendieron. El Partizán, a quien las casas de apuestas no daban ni una posibilidad, no se lo creía: ganaba 0-11. Pero, de repente, comenzó a soplar el ciclón. Triple de Rudy. Triple de Llull. Y otro triple de Llull. Los tres en poco más de un minuto. El Madrid se había despertado.
Sólo hizo falta que los de Laso ejercieran de sí mismos para resolver el choque. Cerraron el rebote con la presencia de Felipe, empezaron a defender y confiaron en el estado de gracia de Llull para desarbolar al Partizan. El base confirmó que pasa por el mejor momento de su carrera. Hizo 14 puntos sin fallo en sólo seis minutos y además anuló a Bogdan Bogdanovic, que llegaba como el mejor anotador del Top 16 y se fue desquiciado y, encima, lesionado en la última jugada.
Los blancos tardaron ocho minutos en ponerse por delante gracias a un parcial de 16-4 (16-15). Pese a su horrible comienzo, al final del primer cuarto ya estaban en su media anotadora. Eso sí, los 22 puntos los habían sumado en cinco minutos. Así se las gastan. Luego, cuando el Partizan ya estaba tocado, apareció Sergio Rodríguez. Debe de ser una tortura para los rivales ver aparecer su barba. Por supuesto, la volvió a liar. Colaboró en otro parcial de 14-2 que dejó el partido encarrilado (30-17) y puso la máxima ventaja en el intermedio (46-27).
No se durmió el Madrid pese a la diferencia. Bastante había sesteado al comienzo. Hubo ejemplos de intensidad dignos de alabanza. Antes del descanso, Bourousis se jugó el tipo para colocar un tapón sensacional a Kinsey. Iniciado el tercer cuarto, Mirotic luchó por un balón con Tepic como si le fuera la vida en ello. Lo ganó para su equipo. Con esa actitud, con Rudy haciendo labores de intendencia (ocho asistencias) y con Bourousis dando señales de recuperación, los blancos llegaron hasta los 23 de ventaja (61-38, min 30).
Ante ese panorama, el único interés radicaba en saber si Laso daría minutos a los canteranos. Lo hizo. A falta de 1:51 debutó Jonathan Barreiro (17 años), que sustituyó a Rudy. El primer balón que le llegó, se lo jugó. Luego no culminó una contra al recibir una falta y anotó un tiro libre celebrado por un Palacio a reventar. Le sobra descaro al chaval. También salió Alberto Martín, que ya se había estrenado ante el Zalgiris. Acabaron el partido junto a Dani Díez. Con Mirotic fueron cuatro los canteranos en el equipo blanco, algo que no sucedía desde hacía 10 años. Hacía mucho más tiempo que no se veía un Madrid así.Social Media for Business here
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