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Klopp charla con Mourinho en la previa del duelo de Champions | Reuters
El Real Madrid busca entrenador. Lo busca porque en la capital de España todos aguardan como desenlace seguro la marcha de Mourinho del Real Madrid. Tres hombres son los que lideran la terna de candidatos: Ancelotti, Villas-Boas y Klopp son, por este orden, los favoritos, por mucho que el alemán, después de la victoria del miércoles, haya empezado a ganar enteros entre los aficionados del Real Madrid.
Sin embargo, hoy por hoy, y pese a la rendija abierta por el técnico ("Nunca puedo asegurar nada al 100%"), su llegada al banquillo del Bernabéu está más que descartada. Lo está, en parte, porque hubo una llamada que nunca se produjo. Klopp era receptivo a su salida del Borussia, pero la falta de decisión del Real Madrid lo terminó convenciendo de quedarse en Dortmund como mejor solución para su futuro.
Y es que Klopp no ha recibido todavía ninguna llamada por parte de la entidad, ni tampoco de ninguno de los intermediarios que, habitualmente, suelen ejercer de mediadores en este tipo de operaciones.
Fue allá por el mes de diciembre cuando el entorno del entrenador supo que el Real Madrid lo había seguido por si había que buscar relevo a Mourinho a final de temporada. Había sido el propio Real Madrid el encargado de hacer saber que se había fijado en él y lo hizo a través de la prensa primero, y de sus más cercanos después.
Ante esta posibilidad, Klopp tomó una posición expectante. A sus 45 años, la llamada de un Real Madrid cuando apenas te has dado a conocer en Europa (pese a que en Alemania es un ídolo) es más que interesante, y más teniendo en cuenta que podría contar con la posibilidad de rehacer parte de la plantilla ante el proceso electoral que se avecina.
Sin embargo, nadie del Real Madrid llamó a Klopp. No lo hizo ni si quiera para preguntar su situación. Así, semana tras semana, su teléfono siguió inmóvil. Tanto, que el técnico decidió dar un paso al frente cuando, en enero, Guardiola fichó por el Bayern de Múnich.
La llegada del catalán a uno de sus eterno rivales le supuso un reto especial ante el que Klopp se sintió más motivado que nunca. "Quiero ser el Mourinho de Guardiola", dijo en una entrevista a un semanal en el que dejaba claro que se quedaba en el Borussia Dortmund. La referencia al portugués, amén de ser una bala contra Guardiola, era también un guiño al Real Madrid. Puede demostrar que él también sabe neutralizar al técnico de moda.
Fue entonces cuando, desde el Real Madrid, se empezó a filtrar que el alemán se caía de las quinielas por tener dudas de su experiencia (pese a que lleva más de 12 años entrenando en la Bundesliga y a que ha conseguido dos campeonatos y una copa alemana) y de su capacidad comunicativa con los jugadores (pese a que habla un inglés fluido y que la mayoría de los jugadores entienden la lengua de Shakespeare).
A partir de ese instante, las opciones de Klopp se enfriaron y empezaron a ganar partida las otras dos alternativas. Ancelotti (gusta mucho a parte de la directiva, pero no a la afición) y Villas-Boas (gusta a la afición y él mismo se ha llegado a ofrecer al club).
En la previa del partido del miércoles, Klopp se volvió a autodescartar () pero dejó abierta esa puerta antes mencionada que, tras los resultados de las semifinales, podrían hacer que el Real Madrid relance la candidatura del joven técnico. Otra cosa será saber si la llamada del Bernabéu, en caso de llegar, lo haría tiempo o no. Hoy por hoy parece imposible. Ancelotti sigue siendo, salvo sorpresa, el hombre con más papeletas para entrenar a los merengues.Social Media for Business here
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