Es la noche deseada por todo delantero: marcar cuatro goles en una semifinal de la Champions en casa y hacerlo ante uno de los grandes de Europa como es el Real Madrid. Lewandowski cumplió en noventa minutos el sueño de todo jugador de fútbol. El polaco firmó una actuación estelar ante el conjunto blanco y, prácticamente, sentenció la eliminatoria él solo.Social Media for Business here
Lo bueno de tener a jugadores como Reus, Götze, Kuba o Gundogan al lado, es que uno sabe que va a recibir muchos balones para poder hacer goles. Lo normal es que con aprovechar uno o dos, se pueda completar un buen partido. Pero, si la defensa rival ayuda, uno puede firmar hasta cuatro goles. Algo así le sucedió a Lewandowski ante el Madrid.
El ariete polaco es capaz de recibir de espaldas, de proteger el balón, de combinar, de tirarse a la banda, de chutar desde lejos y, además, es un cazagoles en el área. Todas esas cualidades las sacó a relucir Lewandowski en el mejor escenario posible: en la semifinal de la Champions ante el Real Madrid. Seguro que el teléfono de su representante echa humo, una vez que todo el mundo sabe que no renovará con el Borussia Dortmund.
Robert, que así se llama, le mostró al mundo las carencias de la defensa blanca. En el primer gol, Pepe se olvidó de él y le dejo solo en el área pequeña, donde solo tuvo que meter la pierna para batir a Diego López. Peor fue lo que sucedió en el segundo tanto: el ariete estaba en el área y, casi sin querer, recibió un pase de Reus. Ni Pepe ni Varane se enteraron de que Lewandowski estaba por detrás de ellos. El del Dortmund se dio la vuelta y superó fácil al cancerbero blanco.
Similar fue el gol con el que firmó su 'hat-trick'. Una vez más se encontró con un balón en el área, controló, se perfiló y puso el balón en la escuadra. De nuevo, Pepe llegó tarde y mal. 'Hat-trick' de goles de Robert y 'hat-trick' de errores de Pepe.
Pero el recital aún no había acabado. Un penalti de Xabi Alonso sobre Reus, que aprovechó el enésimo error del Madrid para internarse en el área, le permitió a Lewandowski plantarse a once metros de Diego López. Esa era la distancia que le separaba del 'hat-four'. Cogió carrerrilla y chutó fuerte, al medio. El portero se tiró a un lado y el balón golpeó violentamente las mallas.
En apenas diez minutos, Robert había marcado tres goles; cuatro en total. El polaco estuvo imparable. Hizo de todo, y todo bien. Poco menos que imparable estuvo el ariete ante su afición. Sus cuatro goles le allanan mucho el camino al Borussia Dortmund hacia la final de Wembley. Y aún le quedan los noventa minutos del Bernabéu para acabar de lucirse.Social Media for Business here
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