Ha llegado el momento, la hora de salir a la palestra, de saltar al ring, de pisar la arena. Ya no hay tiempo para lamentos. Toca poner toda la carne en el asador. José Mourinho lo sabe mejor que nadie. En las próximas dos semanas se juegan ser finalistas de la Champions League, y luego viene la final de Copa.
Probablemente presionado por las constantes comparecencias de Jurgen Klopp, técnico del Borussia Dortmund, ante la prensa en los últimos días, el entrenador portugués se ha visto con la obligación de salir él mismo a responder.
"Desde de que se hizo el sorteo, Klopp ha hablado todos los días. Yo no he abierto la boca. No quiero decir nada, basta. El martes hablamos, que es cuando tenemos que hablar. Durante estas semanas hemos trabajado mucho en la preparación de ese partido", afirmó el técnico blanco.
Hacía muchos meses que Mourinho no se personaba en la sala de prensa de Valdebebas antes de un partido de Liga. Sólo las estrictas normas de la UEFA habían obligado al luso a someterse a las preguntas de los periodistas. Si no, ya estaba Aitor Karanka para ejercer de portavoz.
Mourinho ha cuidado con esmero su regreso al ruedo. Quería transmitir un mensaje de tranquilidad antes del duelo ante el Borussia Dortmund. "En los sorteos de octavos y cuartos estaba un poco nerviosillo, porque había opciones más accesibles y otras más complicadas. Cuando nos tocó el Manchester nos pudo tocar alguno más asequible y cuando nos tocó el Galatasaray, uno más complicado. En semifinales yo estaba tranquilo, todos eran difíciles", explico el luso.
Lo que no ha querido zanjar, ni en la víspera de unas semifinales de Champions, son los rumores cada vez más habituales acerca de su futuro. Ha desmentido al presidente del Canillas, el club donde juega su hijo, pero ha asegurado que tiene que sentarse con Florentino Pérez para definir su continuidad en el club la próxima temporada.
"Hablar del Canillas es hablar de una segunda casa para mi hijo y para mí. Pero tienen un problema: a su presidente le encanta la prensa", aseguró Mourinho. El luso quiso "desmentir la frase del presidente del Canillas" a la vez que afirmó que daría "otra charla" en el modesto club la próxima temporada.
El técnico portugués explicó que no está "infeliz" ni "triste" en el Real Madrid pero que la decision acerca de su continuidad "tiene que ser la mejor para todos". "La situación perfecta no existe. Por eso vamos a lo fundamental, que es acabar bien. Hay que terminar del mejor modo posible y después nos sentaremos para llegar a conclusiones que sean lo más positivas para todos", añadió.
"Mi relación con el presidente, con José Ángel (Sánchez, director general de la entidad), con el club en general, es muy buena. Eso nos permite que nos podamos sentar a hablar con tranquilidad sobre qué es lo mejor para el club. Llegaremos a la mejor solución, pero sobre todo, lo más importante, es llegar a la final de la Champions y ganar la Copa", recordó.
Mourinho se encuentra ante una situación nunca antes vivida. Acostumbrado a pelear por la Liga y la Champions, quedar descolgado tan pronto del torneo de la regularidad le ha obligado a replantearse la planificación. "Es la primera vez que me pasa estudiar opciones según la importancia que das a cada objetivo. Obviamente, si preguntas a un millón de madridistas si prefieren ganar al Betis o al Borussia, un millón te dirá que prefiere ganarle al Borussia. Yo, como entrenador, tengo que intentar ganar ambos", explico.
Por eso ha dejado fuera de la convocatoria a Sergio Ramos o Xabi Alonso, aunque Cristiano Ronaldo sí estará frente al Betis. Iker Casillas seguirá en el banquillo. "Jugará Diego (López), pero (Casillas) está en perfectas condiciones. No será una sorpresa para mí si un día juega. Es perfecto que tengamos dos porteros como Diego e Iker", concluyó.Social Media for Business here
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