En noviembre, el Real Madrid andaba preocupado. En la Liga, los tropiezos inesperados ante el Valencia, el Getafe y el Sevilla le impedían seguir el ritmo del Barça. Y en la Champions, la derrota en el Signal Iduna Park de Dortmund (2-1) desbancó a los blancos del primer puesto de su grupo.
La visita del Borussia al Santiago Bernabeu se antojaba capital para que el Madrid lograra recuperar el liderato y asegurarse un choque más benévolo en octavos. Mourinho andaba preocupado, no sólo por los resultados. El día antes del encuentro no acudió a un acto del club en el que se presentaron las nuevas residencias de Valdebebas.
En la Ciudad Deportiva del Real Madrid estaba todo el mundo, menos el técnico portugués. Por su parte, Alberto Toril, entrenador del filial con el que Mou acababa de mantener una agria polémica, estaba en primera fila, arropado por muchos veteranos del club.
"Estaba invitado, pero me he justificado con quien tenía que hacerlo. El día antes de un partido no estoy para actos. Es para estar concentrado. Ya me han dicho que hubo críticas, pero si voy al acto me llegarían igual, dirían que en vez del partido estaba pensando en actos", se despachó el luso en rueda de prensa.
No fue lo único que dijo José Mourinho aquel día. La polémica fue lo que más resonó. Otras de las cosas que dijo se entendieron como un brindis al sol, un pronóstico o una excusa para justificar la derrota ante el Borussia Dortmund y otro posible mal resultado ante los alemanes. Con el tiempo, sin embargo, sus palabras han tomado el cariz de análisis certero.
"Si este equipo pasa a los octavos de final, que está bien posicionado para conseguirlo, es un equipo candidato a ganar la competición", afirmaba el técnico del Real Madrid. Y el Borussia ha cumplido su parte. Empató en el Bernabeu (2-2) y venció al Ajax y al Manchester City para plantarse invicto en la siguiente ronda.
Luego solventó con mucha fiabilidad el peligroso duelo ante el Shakhtar Donetsk con un excelente 2-2 en Ucrania y una contundente goleada (3-0) en casa. Ya en cuartos, ante el Málaga, pasó sufriendo, con polémica arbitral incluida. Pero pasó y se ha convertido en aspirante al título de Champions League, en igualdad de condiciones que el Real Madrid, el Barça o el Bayern Múnich.
Mourinho desgranó en noviembre las principales virtudes del conjunto dirigido por Jurgen Klopp. Todo el mundo se fijaba en la capacidad anotadora de Lewandowski y Reus, el talento de Gotze, el desborde de Blaszczykowski o la capacidad de organización de Gundogan. Pero a Mou le importaban muchas más cosas.
"No me preocupan de ¾ para adelante, me preocupa todo el equipo en general. Es un óptimo equipo. No es casualidad que ganes dos ligas en Alemania, no es casualidad que seas líder en este grupo, que es el más difícil. Es un conjunto muy fuerte en el contraataque y las transiciones. Tiene jugadores creativos y rápidos que, al mismo tiempo, son físicamente muy fuertes, muy directos”, analizaba el técnico del Real Madrid.
A partir de la próxima semana, Mou y sus jugadores tendrán una nueva oportunidad de vencer al Borussia Dortmund, que no ha perdido ni un solo partido en su camino a semifinales. Mourinho se interpone a su propio pronóstico.Social Media for Business here
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