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martes, 4 de marzo de 2014

El Obradoiro colgará el cartel de no hay billetes ante el Real Madrid

Moncho Fernández firma autógrafos a la llegada a Lavacolla, tras el triunfo en Canarias. Álvaro ballesterosSocial Media for Business here

La expedición del Obradoiro regresó ayer a media tarde tras su épica victoria en Gran Canaria y a partir de hoy empezará a preparar el nuevo desafío: tratar de acabar con la condición de invicto del Real Madrid.

La visita del líder está despertando una notable expectación en la afición, hasta el punto de que se colgará el cartel de no hay billetes. Ya no quedan entradas para las tribunas retráctiles y de primer nivel, y tampoco en los fondos. Ayer restaban menos de doscientas a la venta, en las tribunas elevadas.

Los números avalan al Real Madrid de Pablo Laso: es el equipo que más puntos anota; el tercero que menos encaja; el que más asistencias reparte; el que más valora; el que mejor tira de dos; el tercero en número de rebotes defensivos y el que más balones recupera.

El único dato que juega a favor del conjunto santiagués es que el cuadro merengue apenas tendrá tiempo de preparar la contienda, ya que el viernes tiene partido de Euroliga en Turquía frente al Galatasaray.

Llegará a Compostela con las bajas de Draper y Jaycee Carroll, pero con Jonathan Barreiro, la promesa más firme del baloncesto gallego. Debutó con la camiseta blanca en la Euroliga y podría estrenarse en la ACB en el Multiusos de Sar.

El partido está fijado para el domingo a las seis de la tarde. Y el cuadro técnico del Obradoiro confía en poder disfrutar de una semana más tranquila que la anterior, en la que a la lesión de Oriol se se le sumó la marcha de Muscala a la NBA. Y del mal el menos, porque Rafa Luz y Ben Dewar, que se perdieron las últimas sesiones de trabajo, pudieron jugar en el Centro Insular de Deportes.

Al propio tiempo, el club sigue rastreando el mercado en busca de un pívot para subplir la baja de Muscala. Al igual que sucedió con la incorporación de Berzins, la consigna es apelar a la paciencia hasta que se ponga a tiro alguna operación interesante.

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