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Xabi Alonso, a su llegada a la concentración de la Selección | EFE
Xabi Alonso lo tiene meditado. No se ve en el Real Madrid. Le gustaría probar otras culturas. Otras ligas. Otras formas de fútbol. No quiere perpetuarse en el club merengue. Tiene decidido no renovar. Una decisión que sólo tiene una posibilidad de vuelta atrás: copiar el estilo de Pep Guardiola.
Y es que el de Tolosa, al igual que el ex entrenador del FC Barcelona, quiere, en caso de continuar la próxima temporada en el Real Madrid, tomar la decisión final, la definitiva y válida, cuando lleguen sus últimos seis meses de contrato.
Llegado ese instante, enero de 2014, ya con 33 años en su DNI, Xabi analizará su posición en el Real Madrid. Quiere saber qué peso tendrá en el equipo, cuál será su forma física y, sobre todo, qué panorama competitivo tiene por delante, tanto desde el punto de vista colectivo (por el equipo), como personales (por él mismo).
Hoy por hoy, Xabi cree que cuando llegue esa fecha, su cuerpo ya no estará tan fresco como ahora. De hecho, uno de los motivos por los que se inclina hacia la no renovación es que a lo largo del presente curso, ha visto como su 'gasolina' ha empezado a mermar.
Ha tenido que descansar más de la cuenta con suplencias prolongadas en el último tramo de temporada. Seguir el ritmo anterior era, simplemente, imposible. Ante la ausencia de recambios en el Real Madrid, Xabi considera que este desgaste continuará llegada la fecha.
También pesará el futuro de Mourinho. El jugador del Real Madrid se siente muy vinculado al portugués y, tal y como contó EcoDiario.es la semana pasada, la marcha del técnico podría mermar su deseo de continuar en el Bernabéu. Dicho esto, el próximo inquilino del banquillo, si es que cambia, tendrá la misión de convencer a Xabi de que se quede.
Pese a este pensamiento actual, el mediocentro entiende que todo puede cambiar llegada esa fecha, enero de 2014, cuando ya sea libre para negociar con quien quiera.
Es decir, que como todo en el fútbol, los ciclos que ahora apuntan a un sentido, pueden variar y ser más optimistas. He aquí donde radica la única esperanza merengue de ver a Xabi firmando un contrato de mayor duración: si en ese instante se ve con fuerzas para seguir siendo pieza clave en el Real Madrid, firmará un contrato que en todo caso, será sólo de una temporada.
De blanco, sólo año a año
Una vez finalizada esa nueva campaña, vería si puede seguir otra más. Es decir, imitaría el modelo que siguió Guardiola en el Barça cuando renovaba sólo de año en año y en función de cómo se encontraran sus fuerzas.
Es decir, que el futbolista quiere rechazar cualquier alternativa que vincule su futuro con el de la entidad más allá de lo que el Real Madrid le ofrece. Recordemos que el deseo del club es que se quede hasta 2016, es decir, ampliar su contrato dos años más y que acabe su periodo como madridista con 35 años.
Xabi entiende que este planteamiento es arriesgado por ambas partes. A esas alturas, no sabe si podrá dar lo que a él le gustaría y, en tal caso, percibe que sería un problema para el equipo.
Ante este planteamiento, el Real Madrid entiende los argumentos dados por el jugador y respetará cualquier posible movimiento que haga. Una comprensión que se basa en el buen comportamiento del jugador durante estos años como futbolista del equipo merengue.
Dicho esto, el Real Madrid, como en cualquier episodio de este tipo, maneja ya distintas alternativas y escenarios posibles, desde la marcha de Xabi este verano (para hacer caja) hasta la de que renueve llegado el momento.
Estas opciones cristalizan, fundamentalmente, en la búsqueda de posibles sustitutos para el mediocentro, tanto para darle descanso en la posible temporada que le reste de contrato o, incluso, para suplirle si se marcha este mismo año.Social Media for Business here
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