Paginas

jueves, 22 de noviembre de 2012

Las quejas de Mourinho no esconden los problemas del Real ...

El Real Madrid estará en octavos de final de la Champions. Hasta aquí todo responde a lo esperado en un equipo de su talla. Ninguna novedad si tenemos en cuenta que de 21 participaciones en la fase de grupos el equipo blanco nunca se quedó en el camino. La clasificación, sin embargo, pierde lustre por ser como segundo de grupo y, sobre todo, por la sensación que cunde en el club de que se ha fallado en los partidos importantes. Más cuando ha sido lejos del Bernabéu. Pasó ante el Borussia Dortmund y se repitió en parte la historia frente al City, equipo al que se le remontó ‘in extremis’ en Chamartín y que el pasado miércoles se escapó vivo de una goleada cantada en la primera parte en un partido que desembocó en empate.

Ni siquiera los errores arbitrales, que los hubo, en Manchester sirven de excusa para tapar una realidad que apunta a las dificultades que está teniendo el equipo para cerrar sus partidos pese a ser muy superior a sus rivales durante gran parte de ellos. Las cortinas de humo utilizadas por Mourinho cada vez que su equipo no responde a las expectativas ya no calan como antes en el Real Madrid. Está comprobado que a un traspiés del equipo en Europa le sigue una justificación en forma de conspiración arbitral (no recuerda que también ha tenido importantes arbitrajes a favor con el Inter ante el Chelsea y Barça o con el Oporto frente al Deportivo) por parte del entrenador portugués. Una tormenta, entienden, innecesaria y perjudicial. Nada de autocrítica. Pasó ante el City y también frente al Dortmund. Por citar los dos casos más recientes.

Lo que no acaba de explicar Mourinho, en gran medida porque rehúye la pregunta, es por qué el Real Madrid da un paso atrás cuando tiene los partidos de su lado. La espectacular primera parte ante el City invitaba a pensar en una goleada plácida. Una noche para lucir músculo y candidatura a la Champions. Sin embargo, el equipo se conformó con el gol de Benzema tras fallar varias ocasiones claras, cedió en centro del campo al equipo de Mancini y terminó sufriendo. El penalti mal pitado a Álvaro Arbeloa no explica por qué Silva o Touré Yayá camparon a sus anchas o por qué Casillas tuvo que volver a ser el salvador sacando un gol cantado del Kun con las costillas. La obsesión por especular con el resultado jugando a ‘cazar’ al rival en una contra le ha jugado malas pasadas al equipo blanco.  

La sensación no es nueva. En la era Mourinho son muchos los partidos en los que el Real Madrid ha cedido ante su rival justo cuando más a su merced lo tenía. Basta con recordar cómo dejó ir las semifinales del pasado curso ante el Bayern Múnich para encontrar la similitud con lo sucedido en esta fase de grupos, donde el Madrid no ha sido capaz de imponer su jerarquía ante City o Borussia, que pasan por ser dos buenos equipos, pero que no mejores que el equipo español. Eso por no recordar el planteamiento cicatero de hace dos temporada en las semifinales frente al Barcelona, donde la expulsión de Pepe por una entrada a Alves le sirvió a Mourinho de coartada para no explicar por qué en el Bernabéu el Madrid jugó como si de un equipo pequeño se tratase. Hasta Cristiano Ronaldo se atrevió a criticar a su entrenador por el planteamiento: “No me gusta jugar así, pero tengo que adaptarme”.  

Precedentes en octavos de final

En el Real Madrid, en cualquier caso, esperan que la historia cambie en los octavos de final. Donde pese a clasificar como segundo confían en que el equipo haga valer su calidad sea quien sea el rival. Para alimentar el optimismo, muchos son los que recuerdan que Mourinho conquistó sus dos Copas de Europa pasando a los octavos de final como segundo con Oporto (2004) e Inter de Milán (2010). Tan cierto como que las otras dos ocasiones en las que sucedió lo mismo quedó apeado de la Champions. Así sucedió con el Chelsea ante el Barcelona en la 2005-06 y también con el Inter frente al Manchester United en 2009



Link

0 comentarios:

Publicar un comentario