El CSKA se escapó en el primer tiempo (81-72) y el conjunto blanco tendrá que ganar al Efes para acabar segundo de grupo
Social Media for Business hereEl Real Madrid llegó demasiado tarde a Moscú, superado en el inicio por un CSKA superlativo (81-72) que le amargó la tarde y le complica el camino en la Euroliga. El partido, más allá de medir la capacidad de reacción del conjunto blanco después de entrar en una fase repleta de dudas, servía para dibujar el trayecto que falta en la competición y el Madrid intuye que estará repleto de trampas porque se le complica la clasificación ya que también perdió el average. Los dos primeros de cada grupo son cabezas de serie en cuartos y el Madrid tendrá que ganar al Efes en la última jornada si quiere asegurarse el factor cancha. [Así lo hemos contado]
En Moscú se presenció una pelea totalmente desigual, resuelta mucho antes de lo esperado porque el Madrid se quedó traspuesto. Cuando quiso darse cuenta, el CSKA ya volaba en el marcador y abusaba de un enemigo inofensivo, muy vulnerable en defensa. No había nada en el Madrid, nada de nada, desmotivado y aturdido por sus dos últimas derrotas europeas ante el Unicaja y el Panathinaikos.
El CSKA interpretó mucho mejor el encuentro y vivió en los primeros compases del acierto de Sonny Weems, fantástico, y del poderío de Khryapa en los rebotes. Le faltaba ingenio al Madrid y corría sin sentido, precipitado cuando el pulso exigía una dosis de paciencia. Por norma alegre en sus carreras, al equipo blanco le superó la magnitud de la tarde.
Respiró en el primer cuarto de los triples de Carlos Suárez y poco más, insuficiente siempre que se juega ante un equipazo como el CSKA. Milos Teodosic botaba a su antojo y no había respuesta de nadie en el Madrid, sostenido únicamente por algún chispazo de Slaughter en el aire. El 44-28 del descanso era demoledor.
Reacción a medias
En la reanudación, se intuía algo de vida en el conjunto de Pablo Laso, una puerta ligeramente abierta para subirse al tren. Con el 47-28, máxima renta, despertó el Madrid para acercarse a menos de diez puntos (51-42), pero no le dio continuidad a esa reacción. Hizo la goma y de inmediato se volvió a escapar el CSKA (63-47).
El último cuarto carecía de emoción porque el desenlace estaba ya escrito, pero hubo un arreón inesperado del Madrid. Se acercó hasta el 76-69 y pudo engancharse si hubiera estado más acertado en el lanzamiento Sergio Rodríguez. Descartada la victoria, se jugaba para salvar la diferencia de puntos ya que el Madrid ganó de ocho en su pabellón, pero le faltó un puntito.
Pese a la emoción del final, Ettore Messina ganó claramente la partida y el CSKA demostró que es uno de los claros candidatos al título. El Madrid, abandonado por sus estrellas y sin que nadie se sumara a Rudy Fernández a la hora de anotar, reflexiona porque se le apagan las luces justo en la fase decisiva de la temporada. Puede enderezar el rumbo en la última jornada ante el Efes en el Palacio de los Deportes (4 de abril), pero en Europa no está permitido el despiste.
Ficha del partido
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