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Los jugadores del Real Madrid protestan en el duelo frente a Osasuna | EFE
El pasado lunes, Di María salió ante los medios de comunicación para dar la nueva rueda de prensa de sustitución. Sustitución de Mourinho se entiende.
El luso hace tiempo que no habla en las previas de los partidos para calmar el ambiente. Forma parte de la nueva estrategia blanca. Sin embargo, y pese a la voluntad merengue de hacer propósito de enmienda en lo que a polémicas se refiere, el argentino sembró tanta o más controversia que su técnico.
Cosas de ser discípulo avanzado de Jorge Mendes y de tener que ganarse el puesto a base de contentar al entrenador blanco, aunque no sea con actitudes deportivas, sino antideportivas. Fue entonces cuando 'El Fideo' habló para no dejar indiferente a nadie: , dijo. La acusación que dejó entre líneas es grave. Vuelta a la teoría de la conspiración arbitral.
Mientras el Comité Técnico de Árbitros tomaba nota (no se descarta una denuncia al jugador), algunos miembros destacados en el seno del Real Madrid aplaudían. Y no nos estamos refiriendo al banquillo. Hablamos del palco merengue. En el seno del club se avala y alienta la teoría de la conspiración arbitral. Efectivamente: son muchos sus miembros destacados que opinan que los árbitros hierran en contra de los intereses merengues y que lo hacen por voluntad propia. Vuelta al 'Villarato'.
Y es que, a lo largo de esta temporada, han sido muchos los errores que han perjudicado a los blancos. En partidos contra Getafe, Betis, Sevilla, Barça, Levante u Osasuna hubo decisiones que afectaron al marcador o a punto estuvieron de hacerlo.
En la zona noble merengue se atreven incluso a hacer cálculos. Creen que el Real Madrid debería llevar entre ocho y diez puntos más, lo que permitiría al Barça seguir siendo líder, pero haría a los blancos segundos en la tabla por delante del Atlético.
"A principio de temporada pasaron cosas y eso es lo que está provocando esta situación", insistió el sábado en Pamplona Mourinho. Su referencia a los fallos arbitrales es clara. Fueron esos fallos los que alejaron al Real Madrid de la cabeza y, según su visión, los que provocaron la crisis vigente.
Sin esos fallos, el Barça no se habría perdido de vista tan pronto y, por lo tanto, no se habría llegado a la posición actual.
No es el único que piensa así en el Real Madrid. Sin embargo, desde el Bernabéu se cree que alzar demasiado la voz puede ser perjudicial. El primero que así lo piensa es el propio presidente, contrario al pataleo arbitral en público por lo que puede tener de efecto boomerang y de condicionamiento extra para los árbitros, amén del desgaste para la imagen pública de los merengues.
Sin embargo, y pese a esta estrategia, fuentes cercanas consultadas por el Real Madrid avalan que el pensamiento de buena parte de sus directivos señala en la misma dirección que Di María. De ahí que en el Paseo de la Castellana sus palabras no hayan levantado tanto revuelo.
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