La «bestia negra» del Real Madrid, en peligro de extinción

El Dépor, que llegó a encadenar 17 temporadas seguidas sin perder ante el Real Madrid en Riazor, vive ahora sus peores días

El equipo simpático para el madridismo, que solo le había ganado cuatro veces al Real Madrid en Rizor en toda su historia, se convirtió tras su regreso a Primera en 1991 en una pesadilla para los blancos. Peor incluso que el Barcelona. Tras aquel 0-3 de la temporada 91/92, las visitas del Real Madrid a La Coruña nunca volvieron a ser igual. Eran sinónimo de derrota y sufrimiento. Un problema sin solución a pesar de los cambios de entrenador y jugadores que, en dos décadas, no lograron sacar nada positivo del coliseo gallego.

Fue en 2010, en un partido en el que el Real Madrid no pudo contar ni con Pepe ni con Cristiano Ronaldo. Lo que parecía otro duelo asequible que caería a favor del Dépor, se convirtió en el principio del fin de una racha histórica que llevó al Real Madrid a estar 18 años sin ganar en Riazor. Esa noche quedará en la memoria de los aficionados al fútbol por el taconazo de Guti, que dio origen al segundo gol madridista.

De aquel Súperdepor, látigo del Real Madrid durante muchos años, solo quedan las cenizas. El club gallego lucha por sobreponerse a una gestión nefasta que le ha llevado a solicitar el concurso de acreedores y que amenaza con convertirse en su final. Según los últimos informes, acumula una deuda de casi 150 millones, 50 más de los que había reflejado Lendoiro en sus cuentas. Demasiado peso para un equipo que lucha por no volver a descender a Segunda.

Esta semana, el vicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, ponía en entredicho la viabilidad del club coruñés en los micrófonos de la Cadena COPE. “Si no consigue un buen convenio y con plazos largos de pago por el volumen de deuda que tiene estaría en una situación muy complicada. Está en un momento de reordenación de su deuda, pero si no lo logra en plazos importantes es un candidato a no poder continuar con su actividad en un periodo de dos o tres años”, apuntó el aspirante a presidir la LFP en los próximos años.

La gravedad de la situación se está reflejando en el terreno de juego, donde el equipo tampoco termina de arrancar. Dos cambios de entrenador, fichajes en el mercado de invierno y una posición de colista que no abandona desde hace varias jornadas. La salvación deportiva está ya a ocho puntos. Milagro que va unido a la salvación económica, ya que un descenso aceleraría la desaparición de una entidad con más de 100 años de historia.

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