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Mourinho y Florentino en la última comida de Navidad | EFE
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El banquillo del Real Madrid sigue siendo una incógnita a estas alturas de temporada. Lo más probable es que Mourinho no siga en la entidad blanca. Es la percepción que se tiene en el propio club y en el entorno del entrenador. Situación asumida por ambas partes y que, salvo cambio gigantesco, se hará efectiva el próximo 30 de junio, cuando club y entrenador decidan separar sus caminos. Unos caminos que llevan tiempo bifurcándose pero que tienen en el 7 de enero una fecha clave. El Real Madrid decidió prescindir de 'The Special One' el día que Mourinho no viajó hasta Zürich para acudir a la gala del Balón de Oro. | Además: Pacto Mourinho - Real Madrid para un finiquito de 10 millones
Según la Cadena Cope, Florentino Pérez, presidente del equipo merengue, quedó profundamente decepcionado por la actitud de su técnico aquella jornada.
Mientras que él, algunos de sus directivos más destacados, Cristiano Ronaldo y buena parte de los cracks merengues acudían a la ciudad suiza para arropar a su jugador estrella y ejercer de embajadores del madridismo, Mourinho, candidato al premio a mejor entrenador del año, decidió mantenerse en la capital de España.
El motivo público y privado del portugués era sencillo: tenía que trabajar. Sin embargo, al día siguiente, la portada del diario As mostró cómo Mourinho se había pasado la tarde en las instalaciones del Canillas, el modesto club madrileño en el que entrena su hijo José Junior.
Según la Cope, aquello enfadó a Florentino Pérez sobremanera. Entiende que Mourinho faltó a su palabra. En realidad, no quiso ir a la gala del Balón de Oro por cuestiones egoístas (posiblemente para no ver como perdía el premio ante sus 'enemigos' Guardiola y Del Bosque) y no profesionales.
El Real Madrid se volcó aquel día en la ceremonia y Mourinho empañó aquel esfuerzo. Y es que la directiva blanca tomó este evento como una oportunidad de arropar a Cristiano Ronaldo dándole todo su apoyo para, así, conseguir que renovase con la entidad de Concha Espina. De paso, lograba afianzar su imagen como equipo referencia en todo el mundo.
Y es que ningún otro club logró lo hecho por los blancos aquel día: colar al menos un representante en las tres categorías relevantes, esto es, las de mejor equipo del año, mejor entrenador y mejor jugador. Cierto es que el Barça rozó también la gesta, pero Guardiola viajó a Zúrich sin ser entrenador culé.
Fue entonces cuando, según Cope, el presidente del Real Madrid dejó claro que el ciclo de Mourinho había acabado en el Bernabéu. Era el punto y final a una serie de desencuentros que habían empezado a tomar aspecto grave con el 'plebiscito' del luso en la previa del derby y que terminaron por provocar la retirada de su apoyo. El más importante del luso en el Real Madrid. El único casi que le quedaba por aquellas fechas.
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