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El madridismo está expectante. El partido de este martes ante el Borussia Dortmund puede marcar un antes y un después en el transcurso de la temporada del equipo blanco.
Los de José Mourinho saben que están ante una cita grande, toda vez que, si ganan, dejarían prácticamente cerrada la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones.
Sin embargo, en caso de una derrota, la situación sería preocupante. La clasificación en el máximo torneo continental quedaría a expensas de lo que ocurra en el duro choque con el Manchester City en el Etihad Stadium de la localidad inglesa.
Las precauciones son máximas, toda vez que los blancos ya cayeron con el Borussia en el partido de la primera vuelta disputado en la ciudad de la Cuenca del Ruhr. El rival es de primer nivel, y así lo reconoció el propio Mourinho, calificándolo como uno de los favoritos para ganar la Champions si finalmente pasa de ronda y se mete en los cruces.
El liderato de grupo del conjunto amarillo no es casual. Su rendimiento en los últimos años ha sido creciente, conquistando dos Bundesligas y volviendo al nivel que le llevó a coronarse campeón de Europa por primera y única vez en el año 1997.
El equipo de Jürgen Klopp es, por tanto, una amenaza real para los blancos. Una derrota madridista en el Santiago Bernabéu significaría una situación prácticamente crítica para Mourinho, que se vería en una tesitura complicada para avanzar en la fase de grupos, algo que al Real Madrid se le presupone todas las temporadas.
De hecho, los blancos son, junto al Chelsea, el único grande de Europa que nunca ha sido eliminado en una liguilla. Y el Dortmund podría ser el punto de inflexión que, al menos, pusiera en duda el hecho de poder continuar con esta racha.
En un caso extremo de caer eliminados, el gran perjudicado sería José Mourinho, consciente de que caer eliminado en la Champions en su tercer intento por conquistar la Décima del Real Madrid podría revertir la opinión del madridismo sobre él, y por lo tanto, cambiar el rumbo de los acontecimientos en su etapa al frente del equipo merengue.
Por esto, el técnico luso es consciente de que se enfrenta a un reto de la máxima magnitud en este encuentro, con el público del Santiago Bernabéu juzgándole a él y a su equipo y con toda la presión por rendir una vez más en el torneo fetiche del club más laureado de Europa.
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