Juan José Lahuerta Madrid, 5 nov (EFE).- Fernando Sanz, ex jugador del Real Madrid, irradia madridismo por los cuatro costados. Han pasado catorce años desde que vivió uno de sus grandes momentos como jugador, cuando se se enfrentó al Borussia de Dortmund en el estadio Santiago Bernabéu el año que el conjunto blanco consiguió su séptima Copa de Europa. Desde su retiro deportivo, analizó y recordó con EFE aquellos días de tensión previos a un duelo que se repetirá mañana, cuando el club germano visite Madrid para volver a enfrentarse a los blancos. Fernando Sanz, criticado entonces, cuajó uno de los mejores encuentros de su carrera y hoy, años después, reconoce que el Real Madrid de Mourinho "es más poderoso" que aquel en el que él triunfó en la temporada 1997/1998. Pregunta: Aquella época (1998) era extraña. El Real Madrid no iba bien la Liga... (corta la pregunta) Respuesta: Íbamos fatal en la Liga. Dependíamos de ganar la Liga de Campeones para entrar en Europa. P: Pero aparte, su situación personal, siempre se dijo que era el hijo de Lorenzo Sanz, y el momento por el que pasaba el Real Madrid, que podía llegar a una final después de 17 años... ¿Vivió días de mucha tensión? R: Heynckes tenía reticencias conmigo, no me digas por qué. Incluso tuvo muchas bajas de centrales y nunca me ponía hasta que lo hizo en las semifinales de Liga de Campeones y en varios partidos de Liga. Después, cuando no fue renovado por el presidente del Real Madrid (su padre, Lorenzo Sanz), tuvo palabras de halago para varios jugadores entre los que me encontraba yo. Dijo que conmigo se había equivocado. P: Entonces, su sensación general ¿cuál era antes de aquel encuentro ante el Dortmund? R: Imagina la presión, la tensión y la responsabilidad que tenía en ese partido. Recuerdo perfectamente que había jugado un partido de Liga y lo había hecho muy bien. Surgió la baja de Fernando Hierro en la ida y de Sanchís en el de vuelta y por eso pude jugar los dos. Al haberlo hecho bien en Liga, el mister decidió darme una oportunidad porque probó con Karembeau meses atrás y no salió nada bien. Me encontré con la oportunidad de mi vida, con el Bernabéu totalmente abarrotado y con la responsabilidad de conseguir un buen resultado para la vuelta y llegar a una final. P: Hasta ese momento, ¿era consciente de que iba a ser el partido más importante de toda su carrera? R: El año anterior tuve una temporada complicada con Capello. Tuve problemas con él, se equivocó con algo que no viene al caso, nunca me dejó marchar, pero ganamos la Liga. Fue una oportunidad única para reivindicarme. Fue el partido más importante en la historia reciente del Real Madrid. P: Cuando acabó ese partido y el siguiente de Dortmund... ¿Tuvo la sensación de haber callado muchas bocas? R: Sobre todo, cuando terminó el partido de Dortmund. Lo jugué de chiripa porque el día antes me dio una fiebre con vómitos durante todo el día. Estaba en condiciones bastante malas de jugar. Me encontraba ante otra oportunidad única para mí. Me arriesgue a jugar un partido con fiebre y con nada en el cuerpo porque todo lo vomitaba. Y me salió uno de los mejores de mi carrera. Terminó el partido y estaba tiritando. Perdí cinco o seis kilos en ese viaje a Alemania. P: Volviendo a aquel partido del Bernabéu... si además se añadió el asunto de la portería que se vino abajo antes del comienzo... la tensión tuvo que ser terrible esperando una hora y cuarto R: Fue una tensión tremenda. Eso para mí, que era un día muy, muy especial. El resto de compañeros ya habían jugado más y no tenían tanta presión mediática como yo. Fue una espera incómoda, tremenda. Tener esa presión en el cuerpo, alargarla una hora y pico más fue muy duro. P: ¿Qué pasó en el vestuario esa hora y cuarto? R: Pues llegaba información de que el partido se suspendía, luego que se jugaba, después que se suspendía y que finalmente se jugaba. Imagina, estás calentando, te metes en el vestuario, sigues medio calentando, estás pendiente de lo que pasa. Todo el rato era que se jugaba o que no y finalmente se pudo jugar. No sé que hubiese pasado si no se llega a jugar. No recuerdo frases de nadie, intentaba concentrarme. Algunos compañeros jugaban al fútbol tenis en una sala de al lado, otros hacían estiramientos, otros charlaban... yo me intenté aislar de todo y no distraerme por nada del mundo. P: De los noventa minutos del partido, ¿qué es lo que más recuerda? R: Recuerdo que Chapuisat, el delantero, dentro de su tranquilidad aparente, era tipo Hugo Sánchez, que siempre estaba tocándote las narices. Protestaba mucho, siempre al filo del fuera de juego. Un delantero muy molesto. Me acuerdo de una jugada que le dieron un pase interior, me cogieron la espalda y corté un balón que pudo haber sido gol dándome un sprint terrible. Recuerdo esa jugada en concreto, de nada más. Me acuerdo más del partido de Alemania, que para toda una generación, después de tantos años sin ganar nada en Europa, llegar a la final para un madridista como yo que lo es hasta las trancas... Cuando se consiguió la "séptima" fue una barbaridad. P: ¿Aquel Borussia se parece algo al que verá mañana el Real Madrid? R: No. Para nada. El del Bernabéu era campeón de Europa, tenía un elenco de estrellas al nivel que puede tener ahora cualquier equipo plagado de estrellas. Estaba Kholer, Julio César, Chapuisat, Heinrich, Möller, Sammer... Jugadores de mitad para arriba temidos y con el mismo bloque del año anterior que fue campeón. P: ¿Y aquel Real Madrid se parece al de ahora? R: El de ahora es mucho más poderoso que el de entonces, el de la séptima, y eso que éramos un gran equipo con grandísimas individualidades. Pero son épocas distintas. Si enumeras uno a uno, son todo ídolos para toda una generación. Los de este, igual, son jugadores con mucha más experiencia continental. Los nacionales de entonces no habían ganado nada con la selección. Sin embargo, los de ahora han ganado todo. Da miedo ver sólo el currículum que tienen en Copas de Europa, del Mundo... Es una barbaridad. En nuestra época había jugadores tremendos importantes, pero los de ahora tienen más en sus vitrinas. Este Madrid te destroza y te pinta la cara en cuanto te das cuenta. A nosotros nos costaba más, estaba todo más parejo. El Borussia tiene un gran equipo, pero el Real Madrid creo que va a ganar sin problemas. Lo de Alemania fue un accidente. P: Usted que sabe lo que es ser jugador, presidente (lo fue del Málaga) y, sobre todo, es muy madridista... ¿Cómo ve a este Real Madrid en general? R: A mí el Madrid siempre me ha gustado en el pasado, me ha gustado durante mí presente y me gustará siempre en el futuro. Soy un producto del Real Madrid. EFE
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