Manel Bruña 06/11/2012 21:29
El Real Madrid salvó la décima con un empate en el minuto 89 que le deja segundo de grupo a un punto del Borussia Dortmund, un equipo que demostró en el Bernabéu que tiene mucho que decir en esta Champions.
Un empate que, sin embargo, no esconde las carencias de este Real Madrid que ayer realizó una primera parte horrenda y se salvó en la segunda apelando a la garra más que al juego.
Mourinho apostó de salida por el toque antes que por la fuerza poniendo a Modric al lado de Xabi Alonso en lugar de Essien, como se esperaba.
Una apuesta que no le funcionó en una primera mitad en la que el Real Madrid no supo imponerse a un Borussia Dortmund que no tardó ni diez minutos en ser el dueño del partido.
Eso sí, la primera ocasión del partido fue de Higuaín que no supo aprovechar un pase largo de Di María para batir al meta Weidenfeller que saliço muy bien. El Bernabéu se imaginaba un paseo blanco y lo que vio fue uno alemán.
El Borussia se fue haciendo con el balón, con la posición táctica ahogando la salida de balón del Madrid y saliendo rápido a la contra con Götze, Lewandowski y Reus. Así fueron llegando las ocasiones visitantes. La primera, en el nueve por mediación de Schmelzer cuyo disparo rechazó Casillas y le llegó el balón a Lewandowski que envió el balón alto. A los 13 minutos, fue un disparo de Grosskeutz el que sí que paró Casillas.
Se adelanta el Borussia y empata Pepe
El Real Madrid no existía en absoluto a pesar de que Cristiano tuvo una gran ocasión a centro de Higuaín pero su cabezazo se marchó fuera. Era el minuto 21 y era la primera aproximación peligrosa de los blancos.
El gol alemán parecía cuestión de tiempo y llegó en el minuto 28. Un pase largo lo cabecea Lewandowski que se lo deja a Reus que se fue de un despistado Arbeloa y fusiló a Casillas para delirio de los 10.000 seguidores alemanes que había en las gradas.
Ese tanto hacía justicia a lo que se estaba viendo en un partido en el que el Real Madrid quería entrar pero no podía. Mal en defensa y desaparecido en ataque, era un conjunto a merced de los alemanes.
Así las cosas, el clavo ardiente al que se aferró eran las jugadas a balón parado y le salió bien. Un saque de esquina en el minuto 34 un saque de esquina acabó en los pies de Özil que centró y Pepe, entrando desde atrás, ponía el 1-1 para deleite de una afición blanca que lo empezaba a ver todo negro.
Marcan el 1-2 los alemanes y se llega al descanso
El partido parecía que iba a entrar en uno de esos correcalles que le va de maravilla al Real Madrid, pero los alemanes no cayeron en la trampa y siguieron con su juego de presión y de mover rápido el balón en ataque.
Eso sí, con la colaboración de la defensa blanca, en especial de Ramos y Arbeloa, los laterales, muy mal en esta primera mitad.
Precisamente en un error de Sergio Ramos llegó el 1-2. El defensa dejó sólo a Grosskreutz que recibió y controló sin problemas un pase largo que convirtió en un centro a Götze que iba a rematar, pero fue Arbeloa el que le dio al balón para poner el 1-2 en propia meta en el minuto 45, resultado con el que se llegó al descanso.
Gol anulado a Callejón
En la reanudación, Mourinho cambió de planes. Hizo dos cambios, uno por obligación que fue el de Callejón por Higuaín que se lesionó en la primera mitad y el otro para intentar dominar la medular. Dio entrada a Essien por Modric buscando la fuerza de ghanés.
La encontró porque en el arranque de esa segunda mitad, el Madrid no se pareció en nada al de la primera parte. Con más ganas, más actitud se fue a por el Borussia para empatar lo más rápido posible. Y lo hizo en el minuto 46 por mediación de Callejón, epro el colegiado lo anuló por fuera de juego muy justo. El propio Callejón tuvo en el 50 otra ocasión, pero su disparo se marchó fuera ajustado al palo.
El partido iba avanzando para desesperación blanca que no estaba por la labor de perder el tiempo elaborando jugadas.
Pases largos en busca de la velocidad de Di María, Cristiano y Callejón que en el minuto 60 tuvo otra clara ocasión, pero el meta alemán supo aguantar en el uno contra uno. El Borussia, por su parte, intentaba calmar el juego y tener más el balón, sin renunciar, eso sí, a sentenciar a la contra.
Las prisas se iban adueñando cada vez más de los jugadores blancos, algunos de los cuales, como Di María, empezaba a hacer la guerra por su cuenta buscando ese gol del empate.
Mourinho se le juega con Kaká y defensa de tres
El entrenador del Real Madrid, sin delanteros en el banquillo, quemó su última nave dando entrada a Kaká por Arbeloa, lo que implicó que el conjunto 'merengue' jugara con una defensa de tres: Ramos, Varane y Pepe. Callejón era el encargado de ocupar toda la banda izquierda con el refuerzo de Pepe que caía más a esa banda.
El Real Madrid apretó aún más y Cristiano tuvo el 2-2 en el minuto 78, pero su disparo a bocajarro lo paró Weidenfeller. A todo esto, los blancos se cansaron de pedir penaltis que el colegiado turco Cuneyt Cakir no vio por ningún lado. Los minutos iban pasando y pasando con los de Mourinho acercándose más al área alemana y Di María tuvo el empate en el minuto 82, pero su remate se marchó fuera.
Ozil empata de falta directa en el minuto 89
Aunque para ocasión clara, la de Callejón en el minuto 85 cuando tras una jugada muy liada, el balón llegó a sus pies que remató desde el punto de penalti, pero Grosskreutz evitó que entrase en la línea de gol. El Madrid siguió y siguió apretando hasta el pitido final y logró el 2-2 en el minuto 89. Una falta directa al borde del área no la lanzó Cristiano, sino özil que con la zurda envió el balón al fondo de las redes del Borussia con un disparo muy ajustado al palo.
El Madrid siguió confiando en el milagro, pero fue el Borussia el que acabó el partido atacando y poniendo el miedo en la parroquia madridista que pudo respirar tranquila con el pitido final y aliviada por ver como el Madrid había salvado un punto y la décima.
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