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ÓSCAR LÓPEZ El Real Madrid sigue dependiendo de sí mismo para pasar a octavos de final de la Champions League, pero ya no tanto de hacerlo como el primero de su grupo. Tras empatar en el Bernabéu contra el Borussia de Dortmund, y hacerlo también Ajax y Manchester City, las cosas se quedan como estaban; con una jornada menos.
Quedan dos partidos por jugarse y uno de ellos es la visita al Etihad Stadium de Manchester. Allí el Madrid tendrá una dura prueba contra el City de Agüero, Silva, Dzeko, Balotelli, Nasri, Kolarov...
Los ingleses ya se lo pusieron difícil a los de Mourinho en el Bernabéu, obligando a una remontada que aquella vez sí se culminó. Entonces el técnico portugués puso la actitud mostrada por sus jugadores como ejemplo de lo que quería de ellos.
En cuanto a lo mostrado frente al Borussia no debería estar tan contento, puesto que el partido reflejó carencias defensivas importantes, que tiene en su mano resolver.
Con Arbeloa ya recuperado, sorprende que insista en mantener a Ramos como lateral derecho, cuando el camero ha demostrado con creces que forma junto a Pepe una de las mejores parejas de centrales del mundo.
Así Arbeloa volvería a la banda derecha y solo tendría el rompecabezas de la izquierda: ¿Albiol? ¿Nacho? ¿Essien? Este último es más del gusto del entrenador, pero lo prefiere junto a Xabi Alonso hasta que no se recupere Sami Khedira. El alemán podría ser la clave cuando se recupere, ya que Modric no termina de convencerle en el doble pivote.
Dos jornadas complicadas
Tanto el Dortmund como el Manchester City son equipos de estilos parecidos a los del Madrid, de los que le gustan a Mourinho. La diferencia es que los germanos se muestran más fuertes en defensa, como quedó reflejado en sus dos duelos contra el campeón de Liga español.
De nada sirve que el técnico portugués se queje de un gol anulado, porque el resultado final es lo que queda. Precisamente son los resultados lo que 'Mou' defiende a capa y espada.
Un buen resultado es lo que necesita el Madrid en Manchester si quiere recuperar el liderato, pero debe ir acompañado de un tropiezo del Borussia en Amsterdam, en su visita al Ajax de Frank de Boer.
Lo mejor en Holanda sería el empate, ya que los locales están a tres puntos de los blancos y una victoria del Ajax obliga al Madrid a ganar en Manchester, ya no para ser líderes, sino para no llegar a la última jornada en el Bernabéu y jugarse una hipotética segunda plaza a cara de perro.
Con dos puntos, el que parece desahuciado es el Manchester City, aunque matemáticamente aún tiene opciones. Sumando seis puntos terminaría con ocho, lo que añadiría morbo a la clasificación final en caso de que Real Madrid o Borussia de Dortmund, sus próximos rivales, se dejaran alguno más frente al Ajax.
Todo puede dar un vuelco de aquí a la primera semana de diciembre, tiempo suficiente para que el Madrid aclare sus ideas y dé el puñetazo sobre la mesa que le devuelva la moral para volver a sentirse firme candidato a la Champions.
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