No hace falta que les digamos que, hoy en día, el fútbol se ha convertido en puro negocio. Tan importantes como los resultados sobre el césped se han convertido los balances de cuentas y presupuestos en un club al final de un curso económico, y la rivalidad entre equipos grandes ha pasado del terreno de juego a los despachos. En torno al deporte Rey, multitud de empresas ganan dinero, subsisten y se aprovechan de este espectáculo compitiendo también entre ellas. Y eso las ha convertido en parte del circo.
Ángel Marbán
Un Real Madrid-Barça es también un partido a muerte entre Nike y Adidas, al igual que Cristiano (Nike) lucha contra Leo Messi (Adidas). Esto pasa con el Manchester United y el Liverpool, con las Selecciones de Brasil y Alemania o con Rafa Nadal y Roger Federer en tenis.
¿A qué viene toda esta palabrería? A que esas multinacionales, que también disputan un continuo partido entre ellas por determinar quién es la vencedora sobre su ámbito de influencia, necesitan los resultados deportivos positivos casi tanto como los hinchas de los clubes a los que patrocinan. Eso las convierte en las primeras interesadas en tener voz y voto en la vida diaria de las entidades deportivas y, por lógica, en las decisiones que toman. La diferencia con el aficionado es grande: Mientras uno sólo pretende darse una alegría banal cuando su equipo gana, la empresa se vale de las victorias para ingresar dinero. Y con el dinero no se juega.
Y eso es lo que deben pensar en Nike a tenor de la noticia que los compañeros de 'Goal.com' han publicado esta mañana, y que, comprendiendo la cantidad de intereses que se mueven en el fútbol, no es tan descabellada como pueda parecer: La firma norteamericana podría presionar para "llevarse" a Cristiano Ronaldo del Real Madrid al París Saint Germain.
¿Una marca deportiva decidiendo los movimientos de mercado de una súper potencia futbolística como el Real Madrid? Todavía, que sepamos, es algo que no se ha visto en el mundo del fútbol, pero teniendo en cuenta el camino hacia el que vamos no sería de extrañar que dentro de poco dejara de ser novedad; Cristiano es la bandera de Nike en lo que al mercado del fútbol se refiere, su máxima imagen. Acaba de lanzar su última campaña promocional de una línea exclusiva y personal de ropa con la firma estadounidense, pero cuando uno se sienta en el sillón cada domingo para verle jugar, se encuentra con que está vestido de Adidas.
El gran competidor de Nike es el patrocinador oficial del Real Madrid, y ambos juegan su particular "Clásico" cada pocos días. Sólo hay que empezar a hacer recuento para darse cuenta de la cantidad de grandes equipos y futbolistas "enfrentados" que también lo están en el plano del marketing deportivo, y no sólo en lo que se refiere al fútbol. Un Real Madrid-Barça es también un partido a muerte entre Nike y Adidas, al igual que Cristiano (Nike) lucha contra Leo Messi (Adidas). Esto pasa con el Manchester United y el Liverpool o con las Selecciones de Brasil y Alemania.
El caso de CR7 con Nike es similar al de Messi con Adidas. Leo tiene que jugar cada fin de semana vestido con la equipación del gran enemigo de la firma que le patrocina y eso es algo que, a buen seguro, le hace hervir la sangre a más de un directivo de la multinacional correspondiente. Es por ello que, según 'Goal.com', que recuerda un supuesto episodio según el cual la marca germana obligó en su día, llamada mediante, a José Antonio Camacho a sacar a David Beckham al terreno de juego durante un partido del Real Madrid en el que el técnico le había dejado en el banquillo porque estaban perdiendo dinero, que Nike le está dando vueltas a cómo sería tener a Ronaldo en uno de "sus" conjuntos más importantes económicamente hablando y con más margen de progresión. El PSG viste con los americanos y sería el idilio ideal para vender camisetas. Parece inverosímil, ¿verdad?. Pues quizá en poco tiempo empezemos a ver cosas como estas.
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