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domingo, 17 de febrero de 2013

El Real Madrid supera con facilidad a un indolente Rayo Vallecano

  • 2 - Real Madrid: Diego López; Sergio Ramos, Pepe, Varane, Coentrao; Essien, Khedira; Özil (Di María, m.68), Kaká (Callejón, m.80), Cristiano Ronaldo; y Morata (Raúl Albiol, m.27).

    0 - Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Figueras, Casado (José Carlos, m.64); Javi Fuego, Trashorras ('Mudo' Vázquez, m.73); Lass, 'Chori' Domínguez, Piti (Delibasic, m.83); y Leo Baptistao.

    Goles: 1-0, m.3: Morata. 2-0, m.13: Sergio Ramos.

    Árbitro: Paradas Romero (comité andaluz). Amonestó a Cristiano (64) y Pepe (76) por el Real Madrid; y a Trashorras (33), Lass (36), Tito (41) y Figueras (49) por el Rayo. Expulsó a Sergio Ramos por doble cartulina amarilla (16 y 17).

    Incidencias: encuentro correspondiente a la 24a jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.000 espectadores.

El Real Madrid ha resuelto el compromiso ante el Rayo Vallecano (2-0) con sorprendente facilidad gracias a dos tantos en la primera parte de Álvaro Morata y Sergio Ramos para continuar su persecución sobre el Atlético de Madrid. No se notaron las bajas de Xabi Alonso, Higuaín, Arbeloa y Modric y, al contrario, José Mourinho se permitió el lujo de dar descanso a Benzema y a Di María pese a terminar con diez por la expulsión de Sergio Ramos.

El Rayo Vallecano de Paco Jémez hizo lo prometido y fue valiente en el Bernabeu. Quizás demasiado. La alineación de los blancos les hizo vender la piel del oso antes de cazarlo. Y la realidad era otra. La valentía se convirtió rápidamente en imprudencia o temeridad y los locales se lo hicieron pagar caro.

El Madrid sigue caminando en la Liga con cierta incertidumbre. Sin opciones de lograr el título, su entrenador José Mourinho dio comienzo a un circuito de rotaciones para las que ha recuperado hasta a Kaká. Incluso el canterano Morata es titular en este Madrid que necesita ahorrar todos los gramos de fuerza posibles para las finales que se le avecinan.

Sólo dos minutos habían pasado cuando Morata vio puerta en Liga. El canterano disputaba su séptimo partido en la Liga, en los que había sumado apenas 89 minutos. Al 91 mojó el delantero. Kaká condujo por el centro, cedió a la derecha y Özil asistió hacia el centro, donde Morata remató sobre la portería rival.

El Madrid golpeaba a la primera ante la desesperación de su rival, que tenía en la cabeza la idea de presionar lo más arriba posible para dificultar la salida del balón de los blancos. Sin tiempo de reacción Özil colgó una falta al área del Rayo Vallecano que Ramos remató sin oposición a gol. El Madrid sentenciaba el encuentro en diez minutos de vértigo ofensivo ante la imprudencia local.

Un remate de Ramos fuera y dos manos providenciales de Rubén impidieron que el tercero subiera al marcador antes de que llegara uno de los momentos tontos del partido. Ramos iba a ser expulsado por sendas amarillas en tan sólo dos minutos. La primera por un empujón sobre Baptistao, la segunda por golpear con el brazo un centro de Casado desde la banda.

El central vio una de esas amarillas que tanto daño están haciendo. Con la norma en la mano el árbitro expulsó justamente al de Camas pero, como ha pasado en otros muchos casos, la penalización es enorme por una jugada tan intrascendente.

Sea como fuere, la expulsión provocó que el Madrid se refugiase en su campo y renunciase por completo a la posesión del balón. El Rayo Vallecano debía mejorar lo hecho hasta ese momento pero, pese a intentarlo con ambición, fue una escopeta de fogueo ante la portería de Diego López.

Por decisión de Mourinho Álvaro Morata no pudo ni terminar el partido el día en que logró su primer tanto en la liga. La expulsión de Ramos condicionó el partido y el delantero se retiró en el minuto 26 para seguir sin jugar 45 minutos seguidos con el primer equipo.

Mientras, desde la grada veía el partido el portero que sólo hace unas semanas había sentado a Casillas en el banquillo. Adán ha pasado de ser titular por delante del de Móstoles a ser el cuarto portero del equipo tras la llegada de Diego López. No parece que le hayan ayudado las polémicas desatadas por su entrenador.

El Rayo Vallecano tuvo opciones para meterse en el partido pero no lo logró por su falta de acierto. Trashorras tuvo una clara antes del descanso pero, sólo y ante Diego López, mandó el balón a las nubes. Y en la reanudación el colegiado no apreció penalti en unas manos claras de Coentrao dentro del área.

El Madrid se protegía y los visitantes campaban a sus anchas, aunque sin tino ante la portería rival. Los minutos pasaban y Jémez, desde la grada, no encontraba soluciones a un partido que se les escapaba de las manos pese a jugar con uno más. Un par de llegadas con un tiro al palo de Lass fueron todo el bagaje de los vallecanos antes de claudicar definitivamente.

El Madrid sigue caminando en la Liga sin brillantez. En esta ocasión le sirvió la eficacia para ganar y de paso José Mourinho pudo incluso ‘castigar’ a varios de sus hombres como Benzema, Adán o Marcelo, para obtener réditos mayores de ellos en futuros compromisos.



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