El sabor a revancha de la Copa que hoy arranca en Vitoria engrandece aún más el arranque del torneo más intenso y apasionante de la temporada. El Real Madrid y el Barcelona, los dos finalistas de las tres últimas ediciones, tienen tantas ansias de venganza y tantas cuentas pendientes, que el hecho de que el destino haya querido emparejarles a las primeras de cambio (19 horas) permite que la Copa se inaugure a lo grande.
Le duele y le dolerá siempre al Barça el título copero conquistado el pasado año por el Madrid, que infligió a los azulgrana en su propia casa una derrota humillante. Sin embargo, aún es más cercano para los blancos el recuerdo de la Liga perdida en una final plagada de emoción, sufrimiento y, sobre todo, del reciente partido en la ACB donde Navarro -que hoy podrá jugar- puso freno a la espectacular racha del equipo que mejor juega al baloncesto en Europa. Gracias a Rudy, el Madrid se ha sacudido los complejos y pretende encaminarse hacia un cambio de ciclo.
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