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Silva es aplaudido por el Bernabéu en la presente edición de la Champions | EFE
El Real Madrid ya está pensando en la próxima temporada. Pase lo que pase en el presente curso, la entidad del Santiago Bernabéu quiere dar un nuevo impulso a su equipo para renovar ilusiones tras tres años en los que el equipo merengue apenas ha sufrido mutaciones trascendentes. Desde 2010, tras la llegada de Di María, Özil y Khedira, apenas se han incorporado nombres trascendentes. De ahí que ya se barajen varios futbolistas en la agenda blanca. Y uno de los más gusta es David Silva. El canario, pretendido cuando era jugador del Valencia, permanece en las pretensiones madridistas. De hecho, no se descarta ni mucho menos su fichaje. Es uno de los candidatos a nuevo 'galáctico' del Paseo de la Castellana al igual que Falcao o Bale. Con las mismas opciones de éxito y de fracaso.
Según Paco González, de la Cadena Cope, el club sigue pensando a lo grande y baraja todas las opciones siempre bajo el mismo escenario: Mourinho no seguirá en el Real Madrid.
Así pues, y con esas premisas, la entidad se siente en libertad de apuntar a aquellos jugadores que estime oportuno para, posteriormente, poder acordar su contratación con el que sea el próximo dueño del banquillo merengue.
La situación, guardando las distancias, recuerda precisamente a la que el propio Silva vivió hace tres años cuando el Real Madrid lo tuvo atado por una cantidad cercana a los 35 millones de euros. Sin embargo, la llegada de Mourinho hizo que se descartara su fichaje. El luso prefería a Di María y el canario acabó en su vigente equipo, el Manchester City.
Allí Silva es considerado un futbolista clave, la piedra angular de un proyecto creado para ambicionar la Champions. Por eso nadie obvia de que se trataría de un fichaje caro y complicado. Y ya no solo por lo que estaría dispuesto a pedir el equipo 'blue sky', sino porque el jugador cobra un salario considerable.
Tras su última renovación, está cerca de los 14 millones limpios por temporada, lo que, en caso de mantener semejante salario en Madrid, supondría un desembolso de casi 30 millones brutos al año, algo que, hoy por hoy, no cobra ni Cristiano Ronaldo, aunque con su futura renovación, estará muy cerca de percibir esta cantidad.
Así pues, la operación no sería sencilla, aunque tampoco lo sería la de Falcao (mucho dinero que pagar de una sola vez al tratarse de una operación vía cláusula de rescisión) o la de Bale (el jugador anhela fichar por un grande de Europa, pero el Tottenham quiere hacer buena caja con su venta).
Sea como fuere, estas intenciones demuestran que en el Real Madrid van en serio a la hora de construir el proyecto post-Mourinho.
Movimientos con los que volver a ilusionar a una afición tocada por un caminar irregular en lo que llevamos de curso. Nadie en Concha Espina olvida cómo el Bernabéu aplaudió al internacional español el día que el Machester City jugó en la capital de España en la presente edición de la Champions.
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