El Real Madrid, en este interín entre copas, disfrutó de un nuevo triunfo liguero para seguir la estela del Atlético de Madrid. Fue un Madrid de diez ante diez, ésta vez frente a un Rayo Vallecano combativo, pero desalentadoramente poco afortunado, y que no supo recortar ni contra uno menos por la roja en un minuto a Sergio Ramos tras el segundo gol.
Porque el Madrid vivió instalado en la felicidad al principio, con un once titular con Kaká y sin Higuaín ni Benzema (en el disparadero) y sí con el canterano Morata, autor del primer tanto a los 2 minutos al empujar una jugada de Özil por la derecha. Fue uno de esos goles fáciles para un delantero, aunque esos son, por ejemplo, los que fallan con reiteración Alexis o Adrián. Así que mérito para Morata en lo poco que estuvo en el partido.
Y es que Sergio Ramos pasó de goleador a castigado en muy poco. Demasiado poco. A los 13 minutos, con un cabezazo en plancha al que no le faltó el lomo ni el queso, el de Camas tumbó al Rayo con el 2-0. Se intuía, se olía la goleada, la paliza. Pero el fútbol esconde en el destino imprevisibles compañeros de viaje en forma de diversas fatalidades… Y Ramos las reunió todas en 39 segundos, entre la primera amarilla de los 17 minutos por una faltita (es cierto) a Trashorras y la segunda por una mano clara cuando ya discurría el duelo por los 18. Roja, pues, y Morata sustituido por Albiol nueve después, para recomponer un once ganador, aunque ya por entonces no tanto por la nueva inferioridad numérica.
Caballo blanco
Entre medias, un Rayo no excesivamente achantado pudo empatar, cuando el ‘Chori’ Domínguez tuvo el empate a los 8 minutos, con un tiro cruzado. Y esta fue una de las muchas diferencias entre uno y otro. Porque el Madrid, en líneas generales, no fue caballo blanco le dan sabana (porque tú no estás viejo ni cansado) y se pareció por momentos al que se imagina su afición en el Camp Nou en Copa y en Old Trafford en Champions: los dos ‘match-ball’ de la temporada que están por llegar. El Rayo, por el contrario, fue el típico quiero y no puedo y su único triunfo, dejar seco por vez primera a Cristiano Ronaldo.
En la reanudación, a los tres minutos ya había hecho penalti Coentrao por brazo, pero el Rayo no estaba ni para presionar a un árbitro de tiro de tarjeta fácil. Sí se mosqueó aún más Mourinho con él, Paradas Romero, como cuando saltó a por todas el portugués caliente por una mano de Lass no pitada.
El asunto no pasó mayores bajo la lluvia madrileña, la confusa pegada del Rayo pese a su mayor posesión y la falta de malicia de un Madrid que ya ganó el partido con sus dos goles del principio. Sólo gracias a esa ventaja vivió bastante bien sin Ramos, baja ante el Dépor este próximo sábado mientras viene el ‘hat-trick’ de Barça-Barça-Manchester United.
- LA FICHA DEL PARTIDO:
2 - Real Madrid: Diego López; Ramos, Pepe, Varane, Coentrao; Essien, Khedira; Ozil (Di María, 67’), Kaká (Callejón, 80’), Cristiano; Morata (Albiol, 27’).
0 - Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Figueras, Casado (José Carlos, 63’); Javi Fuego, Trashorras (Vázquez, 73’); Chori, Piti (Delibasic, 83’), Lass; Leo Baptistao.
Goles: 1-0. M. 2: Morata. 2-0. M. 12: Sergio Ramos.
Árbitro: Paradas Romero, del Colegio Andaluz. Expulsó por doble amarilla a Ramos (17’ y 18’). Amarilla a Trashorras (32’), Lass (36’), Tito (40’), Figueras (48’), Cristiano (63’), Pepe (76’).
Incidencias: partido de Liga disputado en el estadio Santiago Bernabéu. Unos 57.000 espectadores tan solo.
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