El Real Madrid vuelve a las andadas

Es Andalucía tierra hostil para este Real Madrid. Allí se han dejado los de Mourinho 12 puntos esta campaña. Perdió ante el Sevilla (1-0), ante el Betis (1-0), ante el Málaga (3-2) y este sábado lo ha hecho contra el Granada (1-0). Se han dejado los madridistas tres nuevos puntos que hacen aún más tedioso el resto de Liga que aún queda.

Mourinho prefiere a Diego López

De nuevo Diego López fue el elegido por Mourinho para guardar la portería. Se quedó Adán con cara de juez en el banquillo pensando, quizás, que su tren ya había pasado. El luso ha dictado sentencia. Diego López es el dueño de la meta.

Ha cambiado de dueño pero continúan los mismos males. Los balones por alto. Los madridistas encajaron el gol granadino tras un saque de esquina. Cristiano Ronaldo cabeceó el córner sacado por Nolito y metió el balón en su propia portería. Poco afortunado estuvo Diego López, que no logró a despejar.

Un Madrid plano

Un Madrid más voluntarioso que acertado estuvo muy espeso en una primera mitad insípida. Sin nada de juego. Los blancos echaron mucho de menos a su jugador más imaginativo, Özil, ausente por sanción. Se notó también el desfondo que supuso la gran batalla del miércoles ante el Barça.

Muy poco ofrecieron los madridistas. Ni juego ni tiros a puerta. Nada de nada. Enfrente, el Granada valiente que arrancó el partido se fue replegando poco a poco y se asentó en su campo con la intención de salir a la contra.

Doble cambio en el descanso

Mourinho optó en el descanso por cambiar de fichas. Dos de una tacada. Benzema y Callejón entraron por Higuaín y Khedira. El Madrid se activó y se acercó a la portería de Toño, pero siguió faltando el fútbol. Tampoco llegó con la entrada de Marcelo. El brasileño reapareció después de dos meses lesionado ante el Valencia, en la ida de los cuartos de Copa, y a partir de ahí nada hasta ahora.

Cada jugador del Real Madrid intentó la guerra por su cuenta sin ningún resultado. La única ocasión de los blancos en todo el partido la tuvo Benzema. El francés, con Toño ya batido, cruzó la pelota demasiado después de una buena jugada de Callejón. Un error de bulto que llegó en el único descuido de la zaga granadina. Mainz e Íñigo López cuajaron una actuación estelar, que desactivó las pocas arrancadas de los de Mourinho.

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