El Real Madrid ha decretado el estado de euforia. La semana fantástica de José Mourinho y los suyos ha elevado la moral de un equipo y un club que ha pasado de moverse entre la mayor de las tinieblas a vivir una euforia colectiva que permite hablar de la Décima sin caer en los pasos previos que el equipo blanco debe dar antes de ponerse a pensar en la final de Wembley.Social Media for Business here
El madridismo de a pie se ha posicionado claramente a favor de Mourinho, tal y como demostró en el partido ante el Barcelona del pasado sábado. El triunfo ante el Manchester United ha elevado al portugués a la categoría de héroe, tanto es así que pocos se imaginan un Real Madrid sin el ex del Inter en el banquillo. No ocurre lo mismo entre los directivos, ya que muchos de ellos piensan que a más victorias, menos posibilidades para su continuidad. "De momento seguimos trabajando en su continuidad, pero no la tenemos asegurada", afirmó ayer un directivo blanco a El Confidencial.
Los primeros, con Florentino Pérez a la cabeza, están a la espera de acontecimientos. El abrazo de Old Trafford entre presidente y entrenador en el vestuario denota sintonía, entendimiento, pero de momento no se ha producido gesto alguno que deje patente la continuidad del técnico, que recordemos tiene contrato hasta el 30 de junio de 2016. El presidente está a la espera de ese movimiento, pero también cree que no es el momento de forzar nada. La confianza en el técnico es total y absoluta. Siguen pensando que es el mejor entrenador para el actual Real Madrid y que tiene razón en el noventa por ciento de sus planteamientos pese al fallo en las formas.
El entorno de Mourinho sigue funcionando y da muestras de que la decisión es firme, pero los dirigentes blancos no manejan renuncia oficial alguna. Las victorias ante el Barcelona, unidas el estado de pánico creado en la entidad azulgrana, y la eliminación del Manchester United, han colocado a Mourinho en un escenario ideal para sus intereses. Ahora mismo el portugués ya no saldría de la entidad madridista por la puerta de atrás. Ha terminado con el dominio azulgrana y ha demostrado que sabe reconstruir a un equipo que hace un mes estaba fuera de casi todo.
En la zona noble del Santiago Bernabéu creen que todavía es posible reconducir la situación, aunque saben que es una empresa más que complicada. Los directivos, los mismos que le criticaban por sus modales, ahora le defienden. Anhelan ver a Mourinho un año más en el banquillo blanco. Eso no quiere decir que no estén mirando y estudiando alternativas, algo que llevan haciendo desde hace dos meses. Incluso, piensan que es posible reconducir la relación entre el técnico y jugadores como Sergio Ramos, Casillas, Özil y Benzema, los más distantes y críticos del modo de hacer del entrenador. Circunstancia que parece más que complicada, como la de intentar dar un giro a la relación entre la prensa y el entrenador. Polos opuestos.
Mourinho encara ahora un mes hasta el próximo reto, los cuartos de la Champions. El portugués afrontará la Liga para poner a punto a algunos jugadores que todavía están lejos de su mejor forma tipo Marcelo, Benzema, Higuaín y Kaká. No hay más. La Liga está imposible y salvo que el Barcelona se empeñe en dar vida al campeonato, la entidad madridista no cuenta con la Liga desde el mes de septiembre. Sí, han leído bien, desde que el Real Madrid empató ante el Valencia y perdió en Getafe y Sevilla.Social Media for Business here
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