Los blancos remontaron siete puntos en un minuto para forzar el tiempo extra, donde fueron mejores que el equipo de Plaza
Social Media for Business hereLa atmósfera del Zalgirio Arena invita a jugar al baloncesto. En realidad, cualquier cancha de la antigua Unión Soviética y de los balcanes lo hace, pero si hay un país que vive volcado por y para el baloncesto ese es Lituania. Lo sabían bien Felipe Reyes, Sergio Llull y Rudy Fernández, campeones europeos hace un año y medio en esa misma cancha con España, pero aún así el Real Madridsalió despistado y le tocó remar para engancharse al partido tras un primer cuarto desastroso.
Hasta que Laso decidió poner en cancha a Felipe Reyes —para entonces habían pasado ya siete minutos de partido— el Real Madrid solo supo anotar desde el perímetro. Cuatro triples y dos tiros libres que le mantenían a una distancia prudencial de diez puntos, que llegaron a ser 14 mediado el segundo período (40-26).
La entrada en juego de Carroll (21 puntos) le cambió la cara al conjunto blanco. Además de su acierto en el tiro, el americano contagió sus ganas al resto de sus compañeros, que al descanso ya habían enjugado la diferencia hasta los cuatro puntos (44-40). La herida era demasiado pequeña para los méritos de ambos equipos. Un mal menor para los blancos, aliviados a tiempo tras haber encontrado el camino del triunfo.
El paso por los vestuarios devolvió a ambos equipos al inicio del partido. El Madrid, atolondrado de nuevo, y el Zalgiris infalible en el lanzamiento. El parcial de 7-0 puso en apuros al equipo de Laso, cuyo salvavidas se llamó Rudy Fernández. Dos triples consecutivos del balear silenciaron la grada, pero aún quedaba rematar la faena (54-50, min. 33). Había tiempo de sobra, pero no era el día del Madrid. Errático en el tiro y precipitado en el juego, los de Laso lo fiaron todo a la inspiración.
Invitado inesperado
La de Rudy y Mirotic -inmenso con 31 puntos al final del partido- le llevó a ponerse por delante justo antes del último cuarto (56-58, min. 29). Parecía que ahí terminaría la resistencia lituana, pero la entrada en pista de Kuzminskas —inédito hasta el momento— se convirtió en una pesadilla para el Real Madrid. El lituano sumó 16 puntos a partir de ese momento, lo que puso al Madrid contra las cuerdas a falta de un minuto (81-74). La fortuna se alió con los blancos, que forzaron la prórroga tras la ida y vuelta de tiros libres, con un rebote ofensivo en el último momento de Mirotic que empató a 84 con dos lanzamientos desde el 4,60.
En el tiempo extra, la mayor profundidad del banquillo madridista impuso su ley a pesar de la fe lituana. En esos cinco minutos, el Real Madrid anotó 21 puntos y aunque terminó sufriendo por un fallo de Felipe Reyes en un saque de fondo, acabó llevándose a Madrid la victoria que le deja como líder en solitario del grupo E de la Euroliga.
Ficha del partido
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