«¿Está usted peor que Adán?», le preguntaron. «No, yo me encuentro muy bien», respondió Iker Casillas. De esta manera, en medio de un discurso suavizado y corporativista, el guardameta del Real Madrid deslizó su desagrado personal con su reciente suplencia en Málaga.
Lo cierto es que desde que el portero se sentó en el banquillo de La Rosaleda hace dos semanas, aquella decisión de José Mourinho se ha planteado como un nuevo pulso del entrenador con el campeón del mundo.
«La suplencia de Casillas fue una decisión técnica adoptada junto a mis colaboradores»
«La suplencia de Casillas fue una decisión técnica adoptada junto a mis colaboradores. Podéis inventar lo que queráis pero no hay ninguna historia.
El trabajo del portero no ha tenido ningún significado en el resultado», argumentó Mourinho tras la derrota. «Sinceramente me encuentro bien, pero luego está el cuerpo técnico, que es el que tiene decidir lo que es mejor para el equipo. Por encima de Iker Casillas está el club y la entidad», respondió el capitán del club blanco a cinco días de disputar el siguiente partido de Liga.
Fricción entre Casillas y Mourinho
Así, los mensajes que pregonan técnico y futbolista siguen enseñando entre líneas la fricción entre ambos. El de Setúbal se apoya en su autoridad como preparador; el español en la confianza en sus capacidades. Mientras, los aficionados discuten sobre la suplencia o titularidad del guardameta durante un año irregular. «No soy una máquina y tengo que aprender mis errores», reconoció el mostoleño en la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
Pero en mitad del duelo hay un vestuario que gestionar. Y ahí Casillas, capitán del equipo, no quiere abrir más frentes. «Tengo un compañero que también es amigo y como persona es un diez. Cuando Antonio Adán ha tenido que estar a la altura del Real Madrid lo ha estado», señaló sobre su competidor por la portería.
En otro foco, el madrileño quiso aclarar las declaraciones de Pepe durante las vacaciones navideñas. «Nos sentimos perseguidos principalmente cuando vamos a jugar fuera. Existe una presión mayor con los portugueses», protestó el defensa brasileño nacionalizado portugués.
«Siempre que vamos fuera se recibe de una manera quizás exaltada al compañero.
Sean portugueses o no hay que hacer un llamamiento a las aficiones: hay que apoyar a tu equipo pero respetar», expuso Casillas antes de recalcar que esa exclusión no existe dentro del equipo: «Me dijo que ocurre cuando vamos a algún campo. Ese era el sentido».
La opinión del Bernabéu
Con este clima enrarecido el Real Madrid encarará durante los próximos días un calendario que servirá a los aficionados para mostrar sus opiniones.
El 6 de enero el Santiago Bernabéu recibirá a la Real Sociedad y entonces los socios y abonados podrán exhibir una sentencia todavía difusa. Porque si Casillas recibió el cariño de los aficionados en el único entrenamiento a puerta abierta del año también es cierto que Mourinho no escuchó ningún reproche de los presentes.
Sin embargo, todo apunta a que los madridistas aguardarán su turno.
Los 16 puntos de ventaja del Barcelona en la Liga parecen un obstáculo casi insalvable y deberá ser un partido clave de las otras competiciones el que ayude a tomar la decisión. El miércoles 9 de enero el Celta visitará el feudo blanco en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey con un 2-1 de ventaja. «Lo principal es ganar a la Real Sociedad, saborear la victoria, lograr el objetivo de pasar la Copa y tener confianza a medida que se consigan los objetivos», resumió Casillas. Hasta entonces el cancerbero insistirá con su método: «Estoy entrenándome para pelear, para luchar y para recuperar el puesto. Es el objetivo que tengo marcado y que el míster decida contar conmigo en el próximo partido. He dicho una y mil veces que es una decisión del entrenador». Como siempre, la última palabra la tendrá Mourinho.
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