Manel Bruña 02/01/2013 08:28
Verano caliente el que se avecina en el Real Madrid. Y no sólo por el incierto resultado de una temporada que en estos momentos augura pocas alegrías a los aficionados blancos. Sea cual sea el desenlace de una campaña que pinta negra para los blancos (a 16 puntos del FC Barcelona en Liga y fiándolo prácticamente todo a una Champions que siempre es una lotería), Florentino Pérez está decidido a meterse en harina y a 'refundar' de nuevo el equipo.
Tal como informó la pasada semana Mundo Deportivo, el proyecto del mandatario blanco contempla varias fases, culminada con la contratación de una figura de primera línea. Todos los indicios apuntan a Radamel Falcao, aunque este escenario podría verse modificado si Cristiano Ronaldo no abandonara finalmente el club el próximo 30 de junio.
Galáctico... e Isco
Al margen del galáctico de turno, hay otro nombre que figura, y destacado, en lo más alto de las preferencias blancas. Se trata de Isco, el joven fenómeno del Málaga recientemente designado 'Golden Boy', mejor futbolista europeo menor de 21 años, galardón que concede la revista italiana Tuttosport y que está considerado como el Balón de Oro sub-21.
El centrocampista andaluz está protagonizando una extraordinaria temporada con el Málaga. Sus portentosas actuaciones en Champions League han despertado la voracidad de varios 'grandes' del fútbol europeo y no han pasado tampoco desapercibidas en el Santiago Bernabéu.
En Chamartín saben que la cláusula del jugador, en estos momentos, es relativamente asequible: 21 millones de euros. El Málaga sabe que esta es una cifra que, pese a la crisis de la que no escapa el fútbol, no le garantiza la continuidad de su crack y ya ha movido sus hilos para elevarla hasta cotas cercanas a los 40 millones.
Sin acuerdo
El acuerdo no está cerrado. Y la situación que vive el Málaga, después de haber sido excluido por la UEFA de la próxima competición continental para la que se clasifique los próximos cuatro años, tampoco parece jugar a favor de los intereses andaluces.
Así las cosas, Florentino afronta la incorporación de Isco sin prisas, sabedor de las urgencias de liquidez que asolan Málaga. El jugador podría convertirse, pese a su juventud (20 años cumplidos en abril) en la clave del juego madridista para la próxima temporada. Una zona, el centro del campo, para la que los técnicos no encuentan la manera de que se convierta en el caudal del fútbol blanco, huérfano de un referente claro, más allá de los pases largos de Xabi Alonso buscando la espalda rival.
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