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Florentino Pérez, durante su intervención de la pasada semana | EFE
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En un club de fútbol filtran todos. Jugadores, técnicos y directivos. Por eso, en ocasiones, es complicado encontrar a aquellos que han dado a los medios de comunicación la información que nadie quiere que salga desde dentro. O que al menos no quieren los principales perjudicados por la filtración.
En el Real Madrid las filtraciones existen. Existen desde que el fútbol es fútbol. Algunas son interesadas de la parte que filtra. Otras, son puros trabajos periodísticos que desvelan verdades que duelen a la entidad, no por la filtración en sí misma, si no por que se sepa las verdades que revelan. Ésas son las ocasiones en las que se organiza una suerte de 'caza de brujas' para saber de qué manera se ha revelado lo que parecía irrevelable.
Fue lo que sucedió el pasado jueves cuando la portada del diario Marca abrió a todo trapo con la advertencia de los capitanes del Real Madrid sobre Mourinho. Buena parte del vestuario no lo soporta e incluso algunos de ellos estarían pensando en irse si 'The Special One' siguiese en el club.
Aquella filtración, desmentida por el presidente, tiene más de verdad que de fantasía. Fuentes cercanas al Real Madrid afirman a EcoDiario.es que se pudo quizá fallar en el cuándo, pero no en el qué. Dicho de otro modo: Ramos y Casillas ya advirtieron en otros momentos lo que es una verdad a gritos. Pocos son los que desean que el portugués siga en el equipo.
Sin embargo, la revelación sobre la comida de capitanes ha dolido en el Real Madrid. Lo dejó entrever el presidente, Florentino Pérez, cuando, el jueves, se refirió a que en aquella mesa sólo había cuatro comensales. Tuvo que ser alguno de ellos el que lo filtrara. O quizá no.
El mandatario, como veterano de estas lides, sabe que los caminos de un chivatazo son inescrutables. Pueden surgir de un descuido de uno de los presentes con alguien de confianza y de ahí en adelante, quién sabe. Por eso se está buscando el responsable de esta filtración. Según El Confidencial, la directiva blanca se está esforzando en los últimos días en saber cómo se ha filtrado la información en cuestión.
La hipótesis con el recorrido más corto es la de los propios capitanes. Es la versión de Mourinho, satisfecho de saber que se van confirmando sus teorías de las ovejas negras. El presidente no lo cree. Mira más allá. Piensa en los vericuetos de sus directivos o en algún compañero de los capitanes, con la 'lengua' demasiado larga.
Pero es que en el vestuario también buscan los chivatos de algunas de las últimas revelaciones del club blanco. Ya contó EcoDiario.es que no gustaron que se supieran los capítulos de las broncas de Mourinho a Di María o a Cristiano Ronaldo.
Algunos consideran que puede que sea Mourinho, pero parece complicado que el portugués lo haga en todos los casos, toda vez que, si en ocasiones serviría para motivar a algunos de sus jugadores (Di María, Pepe, Ramos, Coentrao...) en otros (como en su bronca con CR7) no le dejan en buen lugar.
Cosas de los grandes clubes. Todos filtran. Jugadores, técnicos y directivos.
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