Los blancos ganan 86-78 y siguen invictos en el «Top 16»: aumulan seis victorias en otros tantos partidos
El Real Madrid necesitó de una prórroga de cinco minutos para doctorarse en la Euroliga, con seis victorias en otros tantos partidos, ante un CSKA Moscú que demostró ser un gran equipo, pero que finalmente perdió por 86-78.
Ettore Messina, que fue abucheado a su entrada en la pista por su abandono del banquillo madridista hace casi dos años, sigue sin tener suerte ante los equipos españoles y esta temporada ya le han derrotado Barcelona, Unicaja y ahora el Real Madrid.
El Real Madrid volvió a tener una pobre puesta en escena en el partido. Esta vez fue un 0-6 ante la pasividad de la defensa que asistió en primera fila a las canastas de los jugadores rusos.
Hasta pasado el minuto seis la defensa no comenzó a funcionar, teniendo un reflejo directo en el marcador, 7-8, y alcanzando la primera ventaja pocos segundos después, 9-8.
A partir de ese momento el partido alcanzó la velocidad de crucero, demostrando que en pista había dos grandes equipos y, por tanto, una tremenda igualdad. No obstante, el CSKA Moscú se fue al primer descanso con una ligera ventaja, 14-15.
El pequeño parón enfrió un poco a los madridistas, que volvieron a tener problemas en defensa en los primeros instantes, hasta que Carroll -con problemas de anotación en los dos últimos partidos- empezó a ver aro.
La anotación de Carroll, el trabajo de Felipe Reyes y Rudy y la defensa fueron fundamentales a la hora de mostrar la mejor cara del equipo a un CSKA que de la mano de Erceg y la defensa de Jackson aguantó los empellones madridistas en el marcador.
Si a una buena defensa se añade un par de jugadas con acierto en el triple, el resultado es una ventaja. Y el Real Madrid es lo que hizo en un par de minutos, el 16 y 17 de juego. De empate a 24, pasó a 30-24. Los errores se sucedieron en ambos bandos, también los aciertos, con un gran ritmo de partido.
A tres segundos para el descanso Erceg anotó un triple, 30-27, pero esta vez el tiempo muerto dio resultado y Llull, quien si no, anotó un triple sobre la bocina y en posición acrobática para marchar a vestuarios con 33-27.
Un 0-5 de salida en los dos primeros minutos -otra vez- volvió a tensar el marcador. Rudy cogió el protagonismo del equipo y con 7 puntos casi seguidos devolvió una ventaja importante al equipo, 41-34 (min. 25.20).
El CSKA logró un parcial de 0-8 que le devolvió el mando del luminoso, 41-42.
El entrenador madridista Pablo Laso volvió a jugar con tres pequeños, una variante que utiliza muy a menudo, con Draper, Carroll y Llull; defensa y velocidad aseguradas. Al final del periodo, 43-44 y diez minutos por delante.
Igual que en los inicios de partido el Real Madrid se diluye, en el último cuarto suele sacar lo mejor de sí mismo, y no tardó ni dos minutos en demostrarlo, volviéndose a poner por delante en el marcador, 51-47.
La reacción rusa no se hizo esperar con un 0-7, 51-54. Cada golpe era encajado para a continuación percutir contra el rival. Dos triples de Carroll, 57-54 (min.35), pusieron la adrenalina necesaria para jugar los últimos minutos ante un grandísimo equipo.
El marcador se sumó a la fiesta y registró la máxima igualdad 59-59 a falta de tres minutos. A 61 a falta de dos. Mirotic, muy apagado en los últimos partidos, dio otra clase práctica de movimientos en el poste bajo, pero a falta de un minuto el resultado reflejó un más que inquietante 65-66, que Rudy empató a 66 en el que sería el tanteo final en el tiempo reglamentario.
Rudy, Carroll y Teodosic fueron los protagonistas en los primeros dos minutos de la prórroga, que se saldó con un nuevo empate, ahora a 71. Minuto y medio por delante y empate a 76. Rudy anotó el 77-76 desde el tiro libre y la defensa madridista hizo el resto, con un trabajo casi perfecto. Llull puso el 79-76 a falta de 25.5 segundos, Erceg falló el triple y Carroll remató desde la personal, 81-76. Los últimos segundos fueron un constante viaje al tiro libre y cuando sonó la bocina, 86-78, Carroll clavó un triple.
Ficha del partido
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