el derbi en el imparcial
El derbi madrile�o de este s�bado enfrenta a dos de los entrenadores de referencia en el balompi� nacional: Jos� Mourinho y Diego Pablo Simeone. Con trayectorias deportivas muy diferentes, los preparadores de Real Madrid y Atl�tico se encuentran por segunda vez envueltos en inercias antag�nicas. Mientras que el “Cholo” goza del mejor momento de su carrera como t�cnico, confirmando la ilusi�n despertada en la pasada temporada, Mourinho capea el temporal como puede tras haber perdido 13 puntos en los que va de campeonato -a lo largo de toda la pasada campa�a, el Madrid perdi� tan solo 14 puntos- y observa alejarse el liderato de la Liga BBVA jornada a jornada. El Imparcial analiza el dise�o de sus proyectos deportivos para comprender el momento en el que ambos entrenadores llegan al derbi.
En la ribera del Manzanares no se recuerda la �ltima vez que el Atl�tico de Madrid afrontaba un derbi con ocho puntos de ventaja sobre el enemigo capitalino. La clasificaci�n de la Liga BBVA ofrece un panorama brillante o desolador, seg�n el color de la camiseta que sienta como propia.
Los rojiblancos han recorrido un camino firme hasta esta jornada 14. Tan solo han cedido tres puntos en lo que va de campeonato y se han erigido en la �nica oposici�n razonable al hist�rico arranque liguero del Barcelona de Tito Vilanova y Leo Messi. Todas las piezas parecen encajar, los futbolistas han asumido su rol en el equipo y el bien com�n prevalece sobre los egos de un vestuario construido con buenos jugadores y dos estrellas de referencia.
El brillante rendimiento del Atl�tico de Madrid desde que goleara al campe�n de Europa en la Supercopa de M�naco se debe a la estabilidad que Diego Pablo Simeone ha edificado en un banquillo y vestuario acostumbrados a remodelaciones cada par de a�os. La confianza y estabilidad que Enrique Cerezo y los Gil retiraron de forma prematura a t�cnicos como Quique Flores y Gregorio Manzano. Y es que la pesada carga simb�lica que conlleva construir un proyecto deportivo con uno de los futbolistas m�s queridos de la afici�n rojiblanca ejerciendo de gu�a espiritual y entrenador, resulta diferente. En este escenario de ilusi�n colectiva naci� la andadura del “Cholo” como entrenador.
Recogi� un vestuario dividido tras la marcha de Ag�ero y Forl�n -los dos �ltimos �dolos del Calder�n- e inmerso en el des�nimo tras haber arruinado el cr�dito del nuevo proyecto liderado por Manzano en unos meses. Paso a paso subsan� las heridas de la plantilla y fue cohesionando el grupo de futbolistas hasta formar un bloque decidido a ganar la Europa League y devolver la sonrisa a una afici�n demasiado castigada por la inestabilidad del club.
Simeone concluy� la temporada gan�ndose el cr�dito necesario para poder edificar su propio proyecto e implementar el dise�o de plantilla que le es propia: dos jugadores por puesto, competitividad, uni�n, solidaridad de esfuerzos y especialistas. Con esta receta, el t�cnico argentino se ha convertido en el mejor entrenador de la historia colchonera a los 50 primeros partidos. Adem�s, subidos en la ola de brillantez de Falcao y Arda Turan, el Atl�tico bati� varios r�cords de imbatibilidad continentales.
Bajo la filosof�a del presente, de ir d�a a d�a, Simeone se ha ganado el prestigio que ha disfrutaba como futbolista. Cimentado en conceptos similares a su etapa como jugador -garra, colectivo, entrega, potencia, f�sico, intensidad-, el “Cholo” ha convencido a propios y extra�os que es capaz de exprimir a su plantilla para luchar por cualquier t�tulo. Mar de calma en el Calder�n gracias al s�mbolo del doblete metido a entrenador.
En Chamart�n se est� experimentando la situaci�n antag�nica. El Real Madrid ha perdido a estas alturas de la temporada un punto menos que los cedidos en todo el ejercicio futbol�stico de 2011-2012. El peor arranque de Mourinho en la �ltima d�cada ha colocado a su equipo a 11 puntos del Barcelona y a 8 del Atl�tico. El margen de error madridista se va estrechando con el paso de las jornadas y una derrota en el Bernab�u ante su rival capitalino podr�a desatar las crisis de forma definitiva.
Desde que el entrenador portugu�s lleg� a la “casa blanca” construy� su legitimidad en torno a la cohesi�n de un vestuario complicado de manejar. Los egos de Ronaldo, Kaka, Casillas y Sergio Ramos se diluyeron para ponerse al servicio de Mourinho y de su hoja de ruta. La plantilla de estrellas se convenci� de que el t�cnico luso era el indicado para reducir la distancia con el Barcelona y volver a conquistar t�tulos. La filosof�a de trabajo del doble ganador de la Champions League contagi� a un grupo de futbolistas sedientos de gloria y se conform� un bloque s�lido.
El entrenador portugu�s hizo honor a su fama de eficaz gestor de grupos y motivador para convertir a un equipo plegado al monopolio del Barcelona en un bloque con la convicci�n de estar en posici�n de competir con el mejor Bar�a de la historia. Y con este planteamiento ideol�gico y el compromiso de todos los miembros de la plantilla de anteponer el colectivo a lo individual, el Madrid firm� la mejor temporada que se recuerda, ganando la Liga BVA con 100 puntos.
Sin embargo, tres meses m�s tarde y con la Eurocopa y Juegos Ol�mpicos de por medio, el propio t�cnico luso explic� tras caer en el S�nchez Pizju�n que “no ten�a equipo”. “Pocas cabezas est�n concentradas”, denunci�. El baj�n f�sico de un equipo que alcanza su mejor expresi�n cuando consigue la plenitud de intensidad en el esfuerzo se ha entremezclado con rifirrafes internos con algunos de los pesos pesados, declaraciones desestabilizadoras de la gran estrella del equipo, y la sensaci�n de que la plantilla no entrega todo lo que tiene en conceptos elementales del libreto de Mourinho como es la presi�n ofensiva, la solidaridad de esfuerzos o la concentraci�n en la marca a bal�n parado.
Mourinho afronta su peor momento como entrenador del Real Madrid y se encuentra con el derbi madrile�o a la vuelta de la esquina. El Atl�tico de Madrid llega lanzado y cree, ahora m�s que nunca, en sus opciones de victoria en el Santiago Bernab�u -situaci�n que no se ha vivido desde 1999-. Punto de inflexi�n para ambos equipos y clavo ardiendo para el entrenador merengue. Entregar la Liga en diciembre conllevar�a una merma considerable en la confianza del madridismo hacia su entrenador. El peligro de ruptura con la afici�n sobrevuela el Bernab�u y los colchoneros tiene en su mano ponerle nombre a este complicado arranque de temporada: crisis.
Sin embargo, la capacidad de sobrevivir a momentos de gran tensi�n de Mourinho permite albergar esperanza a la parroquia madridista. Simeone, otro t�cnico que comparte la capacidad de cohesi�n y motivaci�n de un vestuario, dispondr� sus piezas en el tablero para asestar un golpe al rival y cargar de moral a su proyecto. Duelo de ganadores y de estrategas que luchar�n por corregir cada detalle a lo largo del partido para que nada se escape del gui�n previsto. El �nico enfrentamiento de ambos entrenadores se sald� con goleada madridista, pero el panorama ha cambiado diametralmente desde aquel 1-4 en el Calder�n de la pasada temporada. La partida de ajedrez est� servida.
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