El Real Madrid consiguió una victoria de guante blanco (77-61) ante un Fenerbahce que tampoco puso demasiado empeño en un partido sin tensión, sin importancia para ninguno de los dos equipos, y que finalmente decantaron los locales en los últimos diez minutos.La falta de tensión y concentración pasó factura al Real Madrid desde el primer momento. La clasificación matemática del equipo se dejó notar en ataque, en defensa, en actitud y en acierto.
En los primeros veinte minutos el Madrid anotó un triple (Carroll) de los diez que lanzó el equipo, mientras que los turcos anotaron cinco de los diez que lanzaron. Esa fue la diferencia más notable entre dos equipos que se comportaron como auténticos caballeros en la pista.
Ni una mala cara, ni una buena defensa, ni casi nada. Se buscaba el pase preciosista más que el efectivo. Resultado: el Madrid fue siempre por debajo en el marcador, 16-19 al final del primer cuarto y 36-39 a la hora de encarar los vestuarios al término de los primeros veinte minutos de partido.
Una lástima, porque los más de diez mil espectadores del palacio de Deportes estaban predispuestos a disfrutar con el espectáculo y la victoria de su equipo. Y una curiosidad: ¿Quien fue el máximo anotador en estos dos primeros cuartos? Claro, Bojan Bogdanovic (12 puntos) exjugador de la cantera madridista.
El Madrid pareció empeñado en no querer ponerse por delante en el marcador, tras desaprovechar hasta dos tiros por parte de Mirotic, que fue el encargado de anotar el empate a 49 en el minuto 28, en el primer contraataque limpio. Fue Sergio Llull el que lo consiguió, 52-51 (min. 29). Al final del tercer periodo, 54-52 y un atisbo de reacción tanto en la grada como en la pista.
El equipo español ha acostumbrado a sus seguidores a ganar y a jugar fácil, rápido, divertido, con fuerza y ganas. Bastó apretar un poco en defensa, con Carlos Suárez brillante en esa faceta, para superar a un Fenerbahce, que tampoco tuvo mayor interés en el partido.
Las diferencias se dispararon en apenas un par de minutos, 62-52 a falta de siete minutos y medio. El Madrid había conseguido engranar la sexta marcha y se lanzó imparable a por el triunfo. Volvió la rapidez, la velocidad, el acierto, los puntos y volvió el aficionado a pasarlo bien. Al final fue una victoria de guante blanco con 23-9 en el último parcial. Meridiano.
Link
0 comentarios:
Publicar un comentario