Mil aficionados del Alcoyano soñaban con la remontada. ¿Ilusos o confiados en su historia? Fuera una u otra, seguro que felices de ver a su equipo en el Bernabéu, y más cuando terminó el partido que cuando comenzó, ya que el Alcoyano dio la cara en todo un Bernabéu, tratando de tú a tú al Real Madrid y buscando la victoria con sus armas: humildad, intensidad... y buen fútbol.
Mourinho cumplió con los cuatro canteranos en el once inicial (seis si contamos a Adán y Callejón). Nacho cumplió en defensa, José Rodríguez volvió a demostrar que es un buen pelotero en el centro del campo, Cherysev lo intentó una y otra vez en la banda y Morata no tuvo muchas ocasiones en la punta de ataque. Era un partido decidido en la ida y el frío ambiente del Bernabéu no ayudaba a la causa.
La primera parte no dio mucho de sí. La mala noticia de la lesión de Albiol protagonizó los primeros minutos y el partido transcurrió después con un choque equilibrado en el que los blancos dominaban mientras su modesto rival no tenía mayores complicaciones para evitar problemas mayores. Özil y Cherysev fueron los que más lo intentaron, pero la mejor ocasión la disfrutó Callejón con un disparo al que respondió Adrián con un paradón.
Tras el descanso poco cambiaron las tornas. Las ocasiones brillaron por su ausencia, al igual que el buen fútbol de unos y otros. Mourinho dio entrada a dos pesos pesados del equipo, Di María y Benzema, retirando a Morata y Cherysev. Nada más entrar el francés (que se llevó una gran ovación de la grada) llegó el gol del argentino, en el 70 de partido, que los alicantinos protestaron por fuera de juego sin razón y que le costó la expulsión a Selvas por protestar, precisamente el jugador que rompía la situación antirreglamentaria de Di María.
El partido se abrió y llegaron las ocasiones más claras de los blancos. Las tuvieron Benzema y Di María, éste en dos ocasiones (una de ellas acabó en el travesaño), hasta que Callejón acabó con las ilusiones del Alcoyano de llevarse un empate del Bernabéu. Lo hizo con dos goles en los últimos dos minutos aprovechando que los alicantinos subían a por el empate y el partido murió. Esta vez el Alcoyano no pidió la prórroga, pero dejó una gran imagen en el Bernabéu. ¡Chapeau!
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