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Mourinho con gesto serio, en una rueda de prensa de Champions | Reuters
El Real Madrid es una máquina de acontecimientos acelerados. Siempre ha sido así, pero con Mourinho, más todavía. El carácter del luso y su capacidad para generar debates incrementa el ritmo de su día a día. Tanto que, donde ayer había gloria, hoy hay pesimismo. Pesimismo, además, profundo. | La influencia de Pardeza y Butragueño.
Son las consecuencias de los resultados y de la fractura social en las gradas. Sucesos que podrían tener ya efectos inmediatos. El presidente del Real Madrid medita despedir a su técnico si el domingo, contra el Atlético, pierde el derbi que podría hundir a los blancos a 14 puntos del Barça y 11 de su vecino en la capital.
Así lo asegura el diario El País. Según este rotativo, tras caer frente al Betis, el mandatario merengue comenzó una ronda de contactos entre sus colaboradores para saber a qué atenerse en caso de que hubiera una derrota en el derbi. Y las respuestas que le llegaron apuntaron siempre en la misma dirección: un cese sería lo más adecuado.
EcoDiario.es ya informó el pasado lunes de que, efectivamente, algo se barruntaba en el club blanco. Son cosas de la estadística por un lado, pero también de un club que empieza a estar harto de la guerra constante en la que está metido el técnico blanco.
Un entrenador que, para colmo, también deja señales de que quizá sea él quien dé el portazo. La no preparación de la pretemporada y sus declaraciones en sala de prensa dejan claro que las relaciones no están en su mejor momento. Ni con la directiva, ni con el público, ni con la plantilla.
Un motivo electoral
Detrás de esta opción de cese están las elecciones del Real Madrid. El próximo mes de junio el equipo blanco tendrá que enfrentarse a las urnas. El endurecimiento de las condiciones para ser candidato favorecen a Florentino Pérez, pero el mandatario, según El País, no las tiene todas con sigo. Y el motivo es Mourinho.
En las últimas temporadas le ha dado tanto poder, que teme que la mala imagen del portugués (mala imagen que confirman sus encuestas) comiencen a arrastrarlo a él al fondo del abismo y, con algún otro candidato en liza, sea el rival quien gane el sillón presidencial, algo que el mandatario no se puede permitir.
De ahí que echar al luso sea la mejor manera de evitar el problema. Un problema que, además, tendría índole y calado deportivo. Y es que en la casa blanca se teme que, tras perder contra el Atlético, el club se la juegue a la carta de la Chamipions con los riesgos que ello conlleva. Esto es, si el Real Madrid cae en octavos de la competición se vería, allá por marzo, sin opciones en la Liga y fuera de Europa. Demasiada tensión con tres meses para el debate antes de las elecciones.
Mucho poder, menos fútbol
Además, creen en la directiva merengue que todo el poder que le han dado a Mourinho no se ha reflejado con mejor fútbol y resultados de su equipo. El luso ha tenido todos los fichajes que ha pedido (incluidos derroches por Coentrao y Modric) que, sin embargo, han disminuido el nivel del equipo.
Creen, además, que es mala influencia para jugadores como Cristiano Ronaldo. Forma parte de ese entorno que, ya lo adelantó EcoDiario.es, le pide que se marche del Bernabéu para lograr el Balón de Oro en la Premier League. Y Cristiano, éste sí, es una prioridad blanca. Mantenerle en la plantilla sería como fichar a un galáctico. Un galáctico que también contaría en ese proceso electoral.
La voz del público
El aldabonazo definitivo a todo este proceso que apunta a un posible adiós del luso estalló este martes cuando Mourinho se llevó la pitada de un Bernabéu festivo, lleno de aficionados no habituales que suelen animar a los suyos más que lo hace el socio del día a día.
Si un público así es capaz de ir contra Mourinho, qué no pensará el socio que suele mostrarse más crítico. Además, sólo un sector radical del campo apoyó al preparador, algo que tampoco gusta. No se quiere que haya efecto contagio de lo que representan estos ultras a todo el Real Madrid con 'The Special One' como correa de transmisión.
El coste de su despido
Suma y sigue en el que también está el hartazgo de parte de la plantilla (tal y como contó EcoDiario.es) y que tiene en el aspecto económico el peor problema. Según El País, el adiós del luso costaría 20 millones de euros. Esto es, sólo habría que abonarle la presente temporada y otra más. Sin embargo, fuentes cercanas a este portal afirman que el coste del adiós podría rondar los 60 millones de euros.
Sea como fuere, y salvo remontada épica, parece ser que el Real Madrid ya busca inquilino para su banquillo, bien para el corto plazo, bien para próximas temporadas. Eso siempre que no sea Mourinho el que decida dar el portazo antes de tiempo.
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