José Mourinho, que se siente desprotegido por el club y está harto de la prensa española, ya se plantea su marcha del Real Madrid al final de temporada, Florentino Pérez ha rechazado reforzar su poder hasta que no conquiste la 'décima', el Bernabéu pita al técnico portugués, Di María llama «fracasado» a un jugador del Alcoyano durante el partido de Copa del Rey del martes, el capitán Casillas olvida su enfrentamiento con el entrenador y defiende ahora a Mourinho como no se recordaba en un futbolista de la plantilla blanca... La tensión en el Real Madrid alcanza cotas preocupantes en vísperas de un derbi contra el Atlético que el sábado será un plebiscito para Mourinho y, como mal menor, podría acercar al equipo a ocho puntos del Barça. Un mundo para un Real Madrid que, aunque no quiera tirar la Liga, lo fía todo a la Copa de Europa en la que pudiera ser, y cada vez parece más factible, la última campaña de Mourinho.
Ya es muy posible que ni los resultados garanticen la continuidad del portugués, que ha conseguido dividir aún más al madridismo y ha encendido la luz de alarma cuando se desvela que Florentino Pérez, a medio año de las elecciones, maneja encuestas que demuestran que Mourinho ha perdido apoyo de la masa social. Tampoco el técnico cuenta ya con el respaldo absoluto que le otorgó Florentino, quien tras unir su futuro al del portugués ahora teme ser arrastrado por la tormenta. Lejos de apaciguar los ánimos, Mourinho, el mismo que un día dijo que no escuchaba al madridismo, se ha encargado de encrespar aún más a aficionados y abonados blancos con sus elogios y aplausos a los seguidores del Betis, como quedó demostrado durante el trámite copero ante el Alcoyano. Los ultras jalean a Mourinho y el Bernabéu se rebela. Entre pitos y palmas, y con un fútbol más que gris, se le acaban las excusas, que él llama realidades, sobre los arbitrajes y el calendario.
El Madrid, por boca del siempre comedido Emilio Butragueño, asegura que «el madridismo y el club apoyan mayoritariamente a Mourinho», pero ya no existe consenso, ni en las gradas, ni entre la cúpula dirigente. Y Mourinho, como también Cristiano Ronaldo, echa en falta el apoyo de un club que le deja abandonado, «como el único malo de la película». El supuesto apoyo del vestuario -tampoco unánime- lo quiso airear ayer Casillas al manifestar que «se puede estar siendo injusto con el míster» y que «gran parte del éxito del Real Madrid ha sido culpa suya, de José Mourinho». «Confiamos en él al 100%. Hace un par de meses los pitos que la gente escuchó ayer -por el martes- eran aplausos, elogios y griterío cuando ganamos la Liga», recordó el guardameta, para quien «el problema que tiene Mourinho es que, siendo el mejor entrenador del mundo, se le exige muchísimo».
«Fracasado» y «sinvergüenza»
En pleno estado de ebullición y, como una muestra más del nerviosismo que afecta a la plantilla, la madrugada de ayer el jugador del Alcoyano Javi Lara, madridista de corazón, denunció públicamente que Di María faltó al respeto a su compañero Julio de Dios después de que éste fuese víctima de una fea entrada por parte del argentino. «Ahora me pides la camiseta, fracasado», fue la frase que escuchó Javi Lara en boca de Di María dirigida a Julio de Dios, también aficionado reconocido del Madrid. «Yo le dije que eso es de ser sinvergüenza», reconoció Javi Lara en el programa 'Punto Pelota'. «No hay que darle mucha más importancia, porque ha ocurrido en el campo y de ahí no tiene que salir. Me ha jodido un poquito, pero ya se me ha pasado», apuntó entonces el ofendido.
Julio de Dios, sin embargo, lejos de zanjar la polémica, fue ayer muy duro con Di María y el Real Madrid. «Con jugadores así, que ensucian la profesión, van a hacer que seamos cada vez menos los que nos consideremos aficionados del Real Madrid. Yo, después de lo ocurrido, he dejado de serlo. Con actitudes así te sientes decepcionado», sentenció el futbolista del modesto equipo de Segunda División B. Quien salió realmente perjudicado en el campo por una entrada de David Torres nada más arrancar el encuentro copero fue Albiol, que sufrió un esguince de tobillo y deberá estar de baja al menos tres semanas.
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