El Barcelona no falló. No se relajó por la derrota del Real Madrid ante el Betis de la noche anterior ni se puso nervioso porla goleada del Atlético sobre el Sevilla de un par de horas antes. Simplemente, siguió haciendo lo que sabe hacer, jugar al fútbol, y así sumó una nueva victoria, la duodécima en trece jornadas, para seguir al frente de la Liga con una clara ventaja sobre su eterno rival, que ya alcanza unos 11 puntos que parecen insalvables.
Lo lograron además sin ponerse nerviosos. El Levante utilizó la táctica que tanto gusta a los equipos que se enfrentan al Barça: regalan la posesión (80% de los azulgranas), amontonan hombres en la frontal del área y buscan la contra a ver si hay suerte. De momento sólo le ha funcionado al Celtic, el único equipo junto al Real Madrid que ha conseguido ganar a los azulgranas. El Levante estuvo centrado todo el primer tiempo, bien colocado y atando en corto a las estrellas azulgranas entre las que sólo Iniesta parecía inspirado. Incluso tuvo ocasiones, como la de Martins poco antes del descanso, pero no vio puerta y se fue al descanso soñando con ser el segundo equipo que robara puntos a los azulgrana en la Liga. No sabían lo que se les venía encima.
Iniesta, muy incisivo por la izquierda durante la primera parte, decidió dar un paso adelante. Era el mejor, pero su equipo necesitaba más de él. Dicho y hecho: en 17 minutos dio tres goles y marcó otro. Impresionante. El Barça bailó al Levante como si tuviera enfrente a juveniles. Tocando, llegando, marcando... con una lección de fútbol que maravillaba a los aficionados, gustándose, goleando. Capaz de aguantar el marcador en el primer tiempo, el Levante se vino abajo en cuanto recibió el primer tanto y ya no levantó cabeza. El Barça no le dejó.
Iniesta dio el 0-1 a Messi en el 46; repitó asistencia al argentino para el 0-2 en el 51; marcó el 0-3 en el 56 y regaló el 0-4 a Cesc en el 62. Un curso de fútbol en apenas 16 minutos. Ni las mejores enciclopedias son capaces de explicar mejor en qué consiste este juego. El de Fuentealbilla hizo levantarse al público de sus asientos con sus diabluras, conscientes de que su equipo iba a terminar perdiendo ante el que (si el Atlético no lo impide) será el campeón de Liga.
El Barça se relajó a partir del 0-4 y el Levante se fue a por el gol del honor. Tuvo varias llegadas, pero en ninguna pudo batir a Valdés. Tampoco en un penalti en los minutos finales del partido por una discutible mano de Puyol dentro del área. Barkero, todo un especialista, lo falló lanzándolo muy centrado y el cancerbero azulgrana cerraba un partido en el que ya se escucharon gritos de 'Campeones, Campeones' en la grada.
Los de Tito Vilanova aventajan en 3 puntos al Atlético en vísperas del derbi madrileño del próximo sábado, mientras el Real Madrid queda ya a 11 puntos de los azulgranas. Parece una distancia insalvable que puede hacer que los blancos se centren en las otras competiciones... ¿o no?
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