El croata acumula cinco goles vestido de blanco, todos ellos desde fuera del área
Golpeo con el interior, de empeine, de volea, a bote pronto y con pierna zurda. El 'Cruyff de los Balcanes' ejecuta con acierto todos los registros de disparo
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Firma obras de arte. No es un goleador, ni nada que se le parezca, pero cuando ve puerta sólo lo hace para convertir dianas de bella factura. Luka Modric, experto canalizador, centrocampista ofensivo de tremenda calidad e incansable trabajador. Y también, experto tirador de media distancia. Su último tanto con el Real Madrid, ante el Copenhague en Champions League, ejemplifica a la perfección lo que el croata es capaz de ofrecer en este sentido. Colocación extrema con el interior del pie derecho, potencia y precisión en el golpeo de empiene, magnífico 'chut' a bote pronto y de volea, y más que correcto en el disparo con pierna zurda.
Desde que aterrizara en Chamartín, el Cruyff de los Balcanes ha marcado un total de cinco goles con la camiseta merengue enfundada: ante el Zaragoza, el Mallorca y el Málaga en Liga BBVA, y frente al Manchester United y el Copenhague en Champions. Todos desde fuera del área, y cada uno de ellos de extrema dificultad.
Sin duda, el más estético lo consiguió el 16 de marzo de 2013, ante la atenta mirada del estadio Santiago Bernabéu, en una contienda del torneo de la regularidad español contra el Mallorca, entonces entrenado por Gregorio Manzano. Un esférico quedaba suelto y botando en la frontal; centrado, aunque ligereramente escorado hacia la izquiera. Modric llegaba en carrera y empalmaba la pelota con violencia directamente a la escuadra izquierda de la portería defendida por David Aouate.
La diana más importante del croata con el Real Madrid llegó el 5 de marzo de 2013. El oponente, el Manchester United. El contexto, un partido de vuelta de octavos de final de la Copa de Europa con el marcador en contra. Control en la frontal, recorte abierto y 'latigazo' con el empeine interior del pie derecho. El balón superaba la estirada de David de Gea, tocaba el poste y se introducía en el marco local. Fue el inicio de una remontada que llevó al Real Madrid a los cuartos de final de la competición.
Ante el Zaragoza y el Málaga, en Liga, marcó con su pierna menos buena, la izquierda. Frente al equipo maño, de golpeo raso con el interior; contra los andazuces, 'chut' de empeine previo ligero bote del esférico mediante. Su tanto al Copenhague, el más reciente, rinde culto al virtuosismo técnico: control, recorte de 'semitacón' y disparo colocado a la cruceta.
Durante su estancia en Londres, al servicio del Tottenham Hospur, también hizo gala de su habilidad en la media distancia. Su selección, Croacia, a día de hoy disfruta también de ella. Modric atraviesa, a sus 28 años, por el mejor momento de su carrera deportiva. Imprescindible en los esquemas de Carlo Ancelotti, el 'mago' balcánico se ha hecho definitivamente con un sitio en el Real Madrid.
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