Su nombre ya no suena ni a promesa ni a futuro. Es presente. El niño que llegó al Real Madrid en 2006 se ha hecho mayor. Europa lo disfruta, la NBA sueña con él. Y, mientras, Mirotic sigue dando muestras de que ni mucho menos ha alcanzado el límite. Un punto de inflexión en su carrera fue su actuación en Valladolid. Allí demostró de lo que es capaz. Su valoración de 46 lo situó directamente en un universo reservado para pocos. Los 4.000 aficionados presentes en el Polideportivo Pisuerga vieron a un chaval de 21 años hacer historia en la ACB. ¿Soñó algún día el niño de Podgorica, que cambió el fútbol por el baloncesto casi por casualidad, que iba a despuntar en el club más laureado de Europa? Quizá. Lo que está claro es que el hispano-montenegrino sigue inmerso en un sueño que ha sido posible gracias al Real Madrid, en el que lleva seis años y donde asegura que lo ha aprendido todo: “Es mi casa. Aquí pasé de niño a hombre”.
Reportaje realizado por Edu Bueno y Cristina Trujillo.
Agradecimiento a CosmoCaixa.
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